AFP
Francia llevó a cabo sus primeros bombardeos aéreos contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria, en nombre de su "seguridad nacional" y tras dos semanas de vuelos de reconocimiento sobre territorio sirio.
Según el presidente francés, François Hollande, seis aviones, incluyendo cinco Rafale, atacaron objetivos del Estado Islámico en las proximidades de Deir Ezzor, en el este de Siria.
Hollande explicó en la sede de Naciones Unidas de Nueva York que "Franci aatacó un campo de entrenamientos del grupo terrorista Daesh (acrónimo árabe del Estado Islámico) que amenazaba la seguridad de nuestro país" y agregó que podrían realizarse nuevos ataques "en las próximas semanas".
La intervención francesa se produjo en la víspera de la Asamblea General de la ONU en Nueva York en la que volverá a tratarse la situación en Siria, tras cuatro años de guerra que han llevado a cientos de miles de refugiados a huir del país.
Sería bueno tener una plataforma común para la acción colectiva contra los terroristas.
Se espera que el presidente ruso, Vladimir Putin, presente un plan para resolver el conflicto este lunes, tras haber defendido la presencia militar de Rusia en Siria, a través de una solución política.
"Hemos propuesto cooperar con los países de la región. Estamos intentando establecer una especie de marco coordinado", dijo Putin en la entrevista con la cadena CBS.
"Sería bueno tener una plataforma común para la acción colectiva contra los terroristas", agregó Putin.
En este sentido, François Hollande señaló que su gobierno "discute con todos y no descarta a nadie" para hallar una salida al drama sirio, aunque apuntó que "el futuro de Siria no puede incluir (al presidente) Bashar al Asad".
Hasta ahora, Francia no había intervenido militarmente en Siria pues temía que ello sirviera los intereses del presidente Bashar Al Asad, cuya salida del poder exige París, al considerarlo principal responsable de la guerra en su país.
El futuro de Siria no puede incluir (al presidente) Bashar al Asad.
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Pero "las circunstancias han cambiado y no podemos dejar que Siria, principal guarida de Daesh, sea una ángulo muerto en nuestra política en el Levante", afirmó a mediados de septiembre el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, para justificar ese cambio de estrategia.
Francia inició el 8 de septiembre los vuelos de reconocimiento sobre Siria. Desde hace un año, lleva a cabo una campaña de bombardeos en el vecino Irak (operación Chamal, con 215 bombardeos y 344 objetivos destruidos, según el Estado mayor).
Según París, que excluye cualquier intervención terrestre, estos bombardeos en Siria tienen como objetivo prevenir actos terroristas en Europa y se justifican por la legítima defensa.
En plena crisis de refugiados
Los bombardeos franceses buscan atacar centros de mando, campos de entrenamiento y de logística del grupo yihadista. El anuncio de los primeros vuelos de reconocimiento se produjo en plena crisis de refugiados sirios en Europa, y algunos responsables políticos afirman que los bombardeos contra el EI pueden ayudar a frenar el flujo de migrantes.
Desde hace un año, y hasta el 22 de septiembre, la coalición internacional liderada por Estados Unidos ha bombardeado cerca de 7.000 veces (4.444 sobre Irak y 2.558 sobre Siria), según cifras del mando norteamericano. Un 80% de estos bombardeos fueron llevados a cabo por la aviación de Estados Unidos.
Hasta ahora, esta campaña no ha dado los resultados esperados. En Irak, ninguna ciudad de importancia ha sido recuperada de manos del EI por fuerzas progubernamentales. En Siria, aunque el EI fue contenido en la zona kurda a lo largo de la frontera con Turquía, los yihadistas se apoderaron de Palmira (centro) en mayo y progresan en la región de Alepo (norte).
La población civil debe ser protegida contra toda forma de violencia, lade Daesh, la de otros grupos terroristas, así como de los bombardeos mortíferos de Bashar al Asad.
En el plano diplomático, tras más de cuatro años de sangriento conflicto que ha dejado 240.000 muertos, la situación sigue más que nunca en un punto muerto.
Los países occidentales siguen sin tener una línea clara, mientras que turcos, saudíes y cataríes apoyan a una miríada de grupos rebeldes sunitas enfrentados a Asad, que difícilmente se mantiene pero que goza más que nunca del apoyo de Irán y, sobre todo, de Rusia, cada vez más presente en el escenario sirio.
En fin, según la presidencia francesa, el "caos sirio debe hallar una respuesta global" y la "población civil debe ser protegida contra toda forma de violencia, la de Daesh, la de otros grupos terroristas, así como de los bombardeos mortíferos de Bashar al Asad".