AFP
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, conminó este sábado a la Unión Europea (UE) a pronunciarse claramente a favor o en contra de la adhesión deTurquía al bloque, durante un discurso ante parlamentarios en Ankara.
"Llegamos al final del juego", lanzó el presidente turco desde el Parlamento en Ankara en ocasión del nuevo ciclo de sesiones en alusión a la UE.
"No hay ningún obstáculo para que Turquía se convierta en un país miembro si la UE lo desea, estamos listos", agregó, estimando que "son ellos los que deben decir si quieren seguir con o sin Turquía".
"El hecho de que nos dejen en la puerta desde hace 53 años es una muestra de sus (verdaderas) intenciones hacia nosotros", estimó, invitando a los países miembros a ser honestos y precisar sus intenciones.
El proyecto de adhesión a la UE data de los años 1960, mientras que las negociaciones formales comenzaron en 2005. "La actitud de Europa es la de alguien que no quiere honrar su promesa hecha a Turquía", estimó el presidente.
Erdogan fustigó por otra parte "las declaraciones de la Unión, en particular las que atañen la lucha contra el terrorismo, que es un tema de supervivencia para Turquía", estimando que la UE "intenta hacer de ello un criterio en el proceso de adhesión".
"Turquía siempre cumplió sus compromisos con Europa", aseguró Erdogan que recordó además que la obligación de visado impuesto a los ciudadanos turcos para viajar a Europa debería ser levantada en octubre, "un mes importante" para las relaciones del país con la UE, según el líder turco.
Para detener la llegada a las costas europea de migrantes llegados principalmente de Siria, la UE y Ankara firmaron en marzo un acuerdo por el cual Ankara se comprometía a hacer impermeable su frontera y sus costas mientras que la UE se comprometió a compensar financieramente a Turquía, levantar la obligación de visado y acelerar el proceso de adhesión.
Desde que se selló el acuerdo las relaciones se tensaron luego del intento de golpe de Estado del 15 de julio. El presidente Erdogan denunció entonces lo que estimó era una falta de apoyo de parte de sus homólogos europeos.
En paralelo, la inquietud en Europa por las purgas lanzadas por Ankara se extendió.
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