AFP
El presidente sirio Bashar al Asad viajó el miércoles a Homs (centro) para asistir a la plegaria del Eid al Fitr que marca el fin del ramadán, un desplazamiento inédito del jefe del Estado cuyas apariciones públicas son muy raras.
La ceremonia religiosa, transmitida por la televisión pública, tuvo lugar en la mezquita Al Safa de Homs, ciudad bajo control del gobierno salvo algunos barrios periféricos en manos de los rebeldes.
En Homs, ejército y rebeldes mantienen una tregua desde hace unos meses.
Al Asad, que desde el inicio de la guerra civil en 2011 prácticamente no sale de Damasco, estaba junto al ministro de los Bienes Religiosos (Waqf), Mohamad Abdel Satar Sayed, y el muftí (autoridad religiosa) de Siria, Ahmad Badredin Hasun.
La mezquita se encuentra en el barrio de Akrama, atacado a menudo por los yihadistas del Estado Islámico (EI) o del Frente Al Nosra, rama siria de Al Qaida, según Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
