El presidente de Honduras, el derechista Juan Orlando Hernández, felicitó el miércoles por su "triunfo" en las elecciones generales a la izquierdista Xiomara Castro de Zelaya, quien se convertirá en la primera mujer en gobernar el país.
"Los resultados reflejan que la señora Xiomara Castro ganó las elecciones. Quiero felicitarla, por este medio, por su triunfo electoral", dijo Hernández en cadena de radio y televisión.
Cuando se ha contabilizado 58,98% de los sufragios, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ubica a Castro en el primer lugar con 52,31% de los votos, frente a 34,92% de Nasry Asfura, candidato del oficialista Partido Nacional (PN, derecha).
"Felicito al pueblo hondureño por la masiva participación en las elecciones, con la muestra de civismo se ha fortalecido la democracia. Ha sido un ejemplo para el mundo", aseveró Hernández.
Anunció que ha "conformado un equipo de transición que facilite al nuevo gobierno asumir labores en tiempo y forma".
El miércoles, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, felicitó al partido de gobierno, que en la víspera reconoció el triunfo de Castro. "Enhorabuena a Honduras y a su próxima Presidenta", sostuvo.
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Hernández debe entregar a Castro la banda presidencial azul y blanco en el Estadio Nacional de Tegucigalpa el próximo 27 de enero.
Pese a los temores de revueltas -como las que vivió el país cuando Hernández fue reelegido en 2017 en medio de acusaciones de fraude- el proceso del domingo se desarrolló en un clima de tranquilidad, con una convocatoria de votantes de casi 70% del padrón, cifra histórica para el país.
Aunque el conteo de votos aún no termina, Xiomara Castro, quien se presentó por una alianza encabezada por su partido, Libertad y Refundación (Libre), lleva una ventaja irreversible, según expertos.
Castro, esposa del derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya (2006-2009), convocó al oficialismo y a los distintos sectores sociales a trabajar en un gobierno de "reconciliación" y atender los problemas en un país donde el 59% de sus ciudadanos vive en la pobreza.
Golpeados por la violencia de pandillas y el narcotráfico, miles de hondureños migran masivamente de forma irregular a Estados Unidos, en busca de un empleo que no consiguen en su país.
