AFP
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió en un encendido discurso ante sus simpatizantes que no se "someterá al chantaje" de las fuerzas opositoras que protestaron este jueves contra el gobierno con violentas marchas y el bloqueo de vías.
"Lo que no lograron en las urnas, lo quieren lograr con piedras, palos, chantajes (y nos dicen): o te sometes Correa o te cerramos las carreteras. ¡No atemorizan a nadie, vayan a ordenar a su casa, señores!", afirmó el mandatario.
Correa señaló que no "se puede hablar" con dirigentes sindicales e indígenas que asumen "esas posturas", en alusión a los cortes de carreteras y enfrentamientos que se produjeron durante la jornada de protesta, una de las más fuertes que ha enfrentado el mandatario en ocho años de gobierno.
"No es arrogancia, no es falta de oídos, pero someterse a esa prepotencia sería la peor de las claudicaciones", advirtió el presidente.
Los grupos de oposición habían convocado a una huelga para este jueves en rechazo a las políticas del gobierno y a una enmienda constitucional que le permitiría a Correa ser reelegido en 2017.
Pese al llamado al paro, los servicios de transporte, educación, salud y justicia se prestaron con regularidad en las principales ciudades, aunque muchas personas se abstuvieron de salir o interrumpieron sus actividades a causa de las movilizaciones.
En seis de las 24 provincias los indígenas bloquearon carreteras.
Sobre el final de la tarde, manifestantes también enfrentaron a puñetazos y a palazos con la policía cuando intentaron romper un cerco en dirección a la sede de gobierno, en el corazón histórico de Quito y en cuyos alrededores se concentraron cientos de simpatizantes del oficialismo.
El Ministerio del Interior informó que 12 uniformados resultaron heridos durante el despeje de las carreteras, principalmente.
"Hoy se juntaron todos los posibles, y no han logrado absolutamente nada, nuevamente han fracasado, y seguirán fracasando porque no tienen el apoyo popular, la legalidad, la legitimidad", dijo Correa.
Los reclamos contra el gobierno son de toda índole, pero confluyen principalmente en la exigencia de que se retire un paquete de enmiendas constitucionales que debe ser aprobado en diciembre por el Congreso de mayoría oficialista.
Entre las enmiendas está una que permitiría a Correa presentarse a un nuevo mandato de cuatro años en las elecciones de 2017.