El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, se aplicó este jueves la primera dosis de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19, del laboratorio ruso Gamaleya, informó presidencia en un comunicado.
El mandatario, de 61 años, recibió la vacuna en la mañana de este jueves en el Hospital Posadas de Buenos Aires y se convirtió en uno de los primeros jefes de Estado en inocularse con la Sputnik V.
"Hoy recibí la vacuna Sputnik V. Agradezco al instituto Gamaleya por su labor científica, a quienes trabajaron para que llegue a nosotros y a todo el personal de salud de nuestro país por su enorme compromiso", publicó Fernández en su cuenta de Twitter.
El mandatario instó a la población a vacunarse. "Sirve para ser inmunes frente al coronavirus. Hagámoslo", publicó.
La agencia de control de medicamentos del país sudamericano había aprobado el miércoles su aplicación en mayores de 60 años.
Argentina inició esta semana la segunda fase de la campaña nacional de vacunación voluntaria que comenzó en diciembre pasado.
El país sudamericano, de 44 millones de habitantes, reporta desde marzo más de 1,8 millones de contagios y 46.000 muertos por COVID-19, con 1,6 millones de recuperados.
Argentina se convirtió el miércoles en el primer país de América Latina en aprobar el uso de la Sputnik V en mayores de 60 años luego de que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) informara que tiene "un margen aceptable de seguridad" para ser aplicada en ese rango etario.
La vacuna fue aprobada por el ministerio de Salud argentino el pasado 23 de diciembre, un día antes de que llegara al país el primer lote con 300.000 dosis para iniciar el 29 de diciembre la campaña de inoculación voluntaria para el personal sanitario de entre 18 y 60 años.
El sábado pasado había arribado al país el segundo cargamento con 300.000 unidades de las segundas dosis.
El acuerdo con Rusia comprende otros 19,4 millones de dosis hasta febrero, con opción a comprar cinco millones más.
Argentina tiene además acuerdos de provisión de vacunas con la Universidad de Oxford asociada a la farmacéutica AstraZeneca y con el mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
También negocia la llegada del producto que fabrica Pfizer.
