El escándalo que involucra a la presidenta de Corea del Sur, Park Gun-hye, no permite respiro. Primero fue tráfico de influencias, ahora son pastillas de Viagra.
"Justo cuando los coreanos pensaron que el escándalo ya había pasado el límite de lo surreal, la oficina de la presidenta ha dicho que adquirió un paquete de tabletas de Viagra el pasado diciembre", informó el corresponsal de la BBC en Corea del Sur Stephen Evans.
La presidencia de Corea del Sur ha confirmado la compra de 364 píldoras de Viagra, parte de ellas originales y el resto genéricas.
Las revelaciones de la compra fueron hechas inicialmente por el parlamentario Kim Sang-hee, del Partido Democrático.
El legislador de la oposición quiso conocer por qué la presidencia necesitaba pastillas que generalmente se utilizan para tratar la disfunción eréctil en los hombres.
El vocero presidencial Jung Youn-kuk aclaró que las pastillas fueron compradas para "combatir el mal de altura" mientras se preparaba un viaje oficial por varios países de África Oriental. Finalmente, dijo, nunca fueron utilizadas.
Según la agencia de noticias EFE, el portavoz explicó que "tras viajar a Sudamérica en abril, el personal de la comitiva presidencial se quejó de que las píldoras para el mal de altura apenas les habían hecho efecto, por lo que acudimos de nuevo a los doctores en busca de un remedio alternativo".
Se indicó que los médicos habían recetado las píldoras de Viagra para usarlas durante un viaje de finales de mayo, cuando la presidenta viajaría a ciudades como Adís Abeba, Kampala y Nairobi, todas ubicadas por encima de los mil metrossobre el nivel del mar.
Viagra, romances y ritos chamánicos
Desde hace semanas, Park Gun-hye está envuelta en una investigación por presunta corrupción.
A la presidenta se le acusa de haber permitido que su amiga Choe Soon-sil, conocida como "la Rasputina coreana", extorsionara a grandes empresas, interviniera en asuntos de Estado sin ostentar ningún cargo público, editara discursos presidenciales y lograra que se le otorgasen privilegios académicos a su hija.
La agencia oficial Yonhap News informó que este miércoles los fiscales estatales han pedido que, antes del 29 de noviembre, la presidenta Park Geu-hye responda preguntas relacionadas con el escándalo que sacude al país desde hace varias semanas.
"En las primeras etapas del escándalo, los rumores decían que la presidenta podría estar participando en rituales de culto con su vieja amiga Choe Soon-sil, con quien ya cortó toda conexión", amplía Evans.
Pero el vocero Jung aseguró que "ha habido muchos reportes erróneos que llegaron demasiado lejos", en relación con sospechas sobre posibles encuentros secretos de Park con un amante y prácticas de rituales chamánicos junto a Choe Soon-sil, quien es hija del líder (ya fallecido) de una secta religiosa.
"Cualquiera que sea la verdad sobre las nuevas revelaciones y rumores, parte del daño será que añaden un aire de lejanía a la presidenta", explica Evans.
"Para muchos coreanos, ella parece vivir en un mundo diferente al de ellos, y eso intensifica la presión política para que dimita".