¿Por qué la reina Isabel II será enterrada en un ataúd de plomo?
El ataúd con el cuerpo de la reina Isabel II salió este domingo del castillo escocés de Balmoral, dando así inició a un viaje que permitirá a los británicos despedirse de su monarca, el cual terminará en Londres.
Como parte del protocolo, se llevará a cabo una 'procesión' que se desarrollará durante 10 días, con saludos de armas y toques de campanas desde el Big Ben antes del entierro real.
Dentro de todos los detalles, uno en particular ha llamado la atención: la soberana, al igual que su fallecido esposo Felipe, descansará en un ataúd de roble diseñado para ella hace más de 30 años, uno que muy seguramente pesará mucho, porque está revestido de plomo.
Según fuentes cercanas a la realeza británica, los miembros de la familia real inglesa suelen estar enterrados en ataúdes revestidos de plomo con fines de conservación, recoge Mental Floss.
Esto se debe, de acuerdo a lo indicado por dicho medio, a que el plomo sella el ataúd de la humedad, lo que ralentiza la descomposición hasta alrededor de un año. De hecho, cuando la princesa Diana murió en 1997, su ataúd también contenía este revestimiento especial.
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La historia de los féretros de la reina y su esposo Felipe
Tras la muerte de Felipe de Edimburgo, se conoció que su fabricación corrió a cargo de la empresa Henry Smith, una de las más reconocidas de Londres que cerró en 2005 cuando el último miembro de la familia se retiró del negocio.
Se trató de "un ataúd de roble inglés revestido de plomo hecho para él hace más de 30 años junto con un ataúd a juego para la reina", desveló el año pasado el periódico británico Daily Mail.
Esta misma compañía se encargó en su día de construir el ataúd de celebridades como el cantante Freddie Mercury, fallecido en 1991, pero nadie en la funeraria real Leverton & Sons (los sepultureros reales actuales) tiene claro cuándo se creó exactamente el del consorte británico porque lo recibieron junto con otro para la soberana de sus predecesores en el cargo, JH Kenyon, en 1991.
Andrew Leverton, director de la empresa, contó a The Times que el roble inglés del que está fabricado el féretro ahora era "muy difícil de conseguir" porque la mayoría de los ataúdes de roble están hechos de madera estadounidense.