¿Por qué a pesar del acercamiento EE.UU. rechazó en la ONU condenar el embargo a Cuba?
Aunque desde 1992 Cuba lleva cada año el embargo estadounidense a votación en la Asamblea General de la ONU, este martes la expectativa era máxima, se pensaba que algo podía ser diferente: ¿se abstendría Estados Unidos?
La respuesta, pese al acercamiento experimentado por ambos países en los últimos meses, fue "No". La delegación del gobierno de EE.UU. se volvió a oponer a condenar el embargo.
Pero esta vez, algo sí fue diferente: sólo Israel secundó la negativa y la condena al embargo obtuvo este año una votación récord de 191 países.
El año pasado, había tenido 188 votos y tres abstenciones, las de Micronesia, Palau e Islas Marshall, que este martes sí que respaldaron la resolución cubana.
El sentido del voto estadounidense había generado gran expectativa debido a que era el primero desde que se hizo público el inicio el proceso de acercamiento en noviembre del año pasado.
Así, por primera vez desde 1992, cuando La Habana comenzó a presentar cada año esa resolución ante la ONU, el contexto político era radicalmente distinto.
Además, el propio presidente Barack Obama, que ha calificado el embargo como "obsoleto", le pidió al Congreso estadounidense que lo levante.
Y con motivo de su intervención ante la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado, dijo estar confiado en que el Congreso "inevitablemente levantará un embargo que ya no debería estar en vigor".
Entonces, si tanto se han acercado ambos países y hasta Obama está en contra, ¿por qué Washington decidió votar en contra de condenar la medida?
Una decisión difícil
Formalmente, Estados Unidos tenía las mismas opciones que el resto de los países: apoyar, rechazar o abstenerse en la votación.
En la práctica, la posibilidad de apoyar la resolución era cuesta arriba pues en ese caso el gobierno de Obama estaría votando en contra de una ley de su propio país.
Un país que simplemente se abstiene ante una resolución que ataca directamente una de sus leyes hubiera sido algo inaudito en la ONU.
El diplomático Ronald Godard, encargado de representar a EE.UU. este martes, dio a entender en su discurso que el gobierno llegó a considerar la abstención y que fue la redacción final del documento lo que los llevó a oponerse.
"El texto no representa los pasos significativos dados y el espíritu de compromiso que el presidente Obama ha defendido", dijo Godard.
"Nos parece desafortunado que a pesar de nuestro progreso bilateral, el Gobierno cubano haya elegido presentar una resolución que es casi idéntica a las planteadas en años anteriores".
Ya en septiembre, la agencia estadounidense AP había informado que el gobierno de Obama estaba dispuesto a abstenerse en un reporte basado en declaraciones de cuatro funcionarios que pidieron no ser identificados.
Sin embargo, según el mismo reporte, para avanzar hacia una abstención, Washington requería que La Habana presentara un texto distinto.
Hechos y palabras
Al final, no hubo humo blanco.
Para el gobierno de EE.UU. el texto no fue suficiente, y eso que celebra el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, y menciona "la voluntad expresada por el presidente de Estados Unidos de América de trabajar por la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba".
Una de las claves está en que Cuba sigue insistiendo en que mientras siga en vigor el embargo seguirá presentado esa resolución ante la ONU.
"No debemos confundir la realidad con los deseos ni las expresiones de buena voluntad. En asuntos como estos, solo puede juzgarse a partir de los hechos", dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez, durante su discurso ante la ONU.
"Y los hechos demuestran, con toda claridad, que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba está en plena y completa aplicación".
El representante estadounidense le replicó que se trataba de una decisión desafortunada. "Si Cuba cree que con este ejercicio ayudará a que las cosas avancen en la dirección que ambos gobiernos han dicho que desean, está equivocada", apuntó Godard.
En un análisis sobre lo ocurrido, la editora de BBC Mundo Liliet Heredero señaló que pese a que la votación constituye un triunfo diplomático para el gobierno de Cuba, el resultado de la votación no era el esperado por los cubanos.
"Esta vez las miradas estaban puestas en el voto de EE.UU., con la ilusión de que fuera diferente. A fin de cuentas, Cuba y EE.UU. restablecieron relaciones diplomáticas, abrieron embajadas, y Castro y Obama se han dado las manos dos veces este año, algo inédito", señaló.
En cualquier caso, apunta el corresponsal de la BBC en La Habana, Will Grant, el desacuerdo de este martes es poco probable que haga descarrilar el proceso de acercamiento que viven Washington y La Habana.
"Obama sigue queriendo que el embargo sea levantado y el gobierno de Castro agradece su apoyo en esa cuestión", concluye Grant.