Por qué ningún presidente no peronista ha podido completar su mandato en Argentina
Uno de los mitos políticos más arraigados en Argentina afirma que sólo un presidente de origen peronista puede garantizar la "gobernabilidad".
Es decir, que solo un gobierno heredero de las políticas de Juan Domingo Perón, el único hombre elegido tres veces para liderar Argentina (en 1946, 1952 y 1973), puede lograr que el país no caiga en el caos.
El tema es particularmente relevante en la antesala de las elecciones de este domingo 25 de octubre, que por primera vez en más de 15 años tiene un fuerte contendiente no peronista: el actual alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri .
La creencia sobre el poder del peronismo tiene fundamentos empíricos: desde que se fundó, ningún presidente de otro partido, elegido democráticamente, pudo completar su mandato.
Los únicos cuatro jefes de Estado no peronistas votados a través de las urnas desde el surgimiento de esa fuerza -llamada formalmente Partido Justicialista (PJ)- fueron del histórico rival, la Unión Cívica Radical (UCR).
Dos de ellos fueron derrocados por golpes militares: Arturo Frondizi en 1962 y Arturo Illia en 1966.
Pero el recuerdo que tienen más fresco los argentinos es el de Raúl Alfonsín (1983-1989) y Fernándo de la Rúa (1999-2001).
Ambos renunciaron en medio de graves crisis económicas.
Alfonsín llamó a elecciones anticipadas y dejó el cargo antes de tiempo, ante un escenario de hiperinflación que no pudo controlar.
Y De la Rúa renunció a mitad de su mandato, también inmerso en un caótico escenario económico y político.
Muchos de los argentinos que votarán en octubre aún se acuerdan de las dramáticas imágenes del exmandatario dejando la Casa Rosada en helicóptero tras su dimisión.
También recuerdan cómo quedó el país tras esas presidencias, con mitad de la población sumida en la pobreza.
Cambiemos
Ante este escenario, muchos se preguntan qué posibilidades reales de éxito puede tener un gobierno no peronista.
Por primera vez en el siglo XXI una fuerza opositora logró posicionarse como seria aspirante a la presidencia.
La alianza de centroderecha Cambiemos -que incluye a Propuesta Republicana (PRO), la UCR y la Coalición Cívica- salió segunda en los comicios primarios disputados en agosto.
Esto coloca al postulante de Cambiemos , el alcalde Mauricio Macri, líder de PRO, como uno de los favoritos para ganar los comicios.
Según las encuestas de opinión, Macri podría obtener más del 30% de los votos, lo que lo llevaría a disputar una segunda vuelta contra el favorito de las primarias y las encuestas: Daniel Scioli , del oficialista Frente para la Victoria (FPV), una de las muchas ramas del peronismo.
Scioli ganó las primarias con más del 38% de los votos y la mayoría de los consultores estima que volverá a ser el más votado este domingo, aunque no está claro si podrá evitar el ballotage.
El tercer candidato en discordia es otro peronista, el diputado Sergio Massa , quien salió tercero en las primarias y aspira a obtener un lugar en la segunda vuelta.
¿Cuánto puede afectarle a Macri la percepción -o preconcepto- respecto a los gobiernos no peronistas?
¿Y cuánto hay de cierto detrás del mito?
Predominante
BBC Mundo se lo preguntó a tres analistas políticos de diversas tendencias y todos coincidieron en que la creencia sobre el poder del peronismo está justificada en hechos, y no solo del pasado.
"Cerca del 80% de las provincias y de las intendencias en Argentina están en manos de peronistas, por lo que también controlan el Congreso", señaló el sociólogo e historiador Marcos Novaro, director del Centro de Investigaciones Políticas (Cipol).
Roberto Bacman, director de la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), más cercano al kirchnerismo, coincidió en que el peronismo es el partido predominante desde el regreso de la democracia.
"La clave de su éxito está en su anclaje territorial y su estructura cuasi feudal, que el radicalismo también supo tener y lo fue perdiendo", resaltó.
Por su parte, el periodista y comentarista político Pablo Mendelevich, abiertamente antiperonista, remarcó que el poder de esa fuerza reside en que controla el Estado, y por ende el reparto de dinero y puestos de trabajo, de los que dependen muchos argentinos.
Mendelevich también acusó al peronismo de tener raíces "golpistas" y de representar una amenaza para cualquier gobierno.
"El peronismo nació de una dictadura, Perón era un militar que participó o apoyó todos los golpes de estado desde 1930 hasta su muerte en 1974, y su partido aún reproduce el esquema de poder militar vertical", aseguró.
Según el analista, "hasta la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner reconoció en el pasado que detrás de la caída de De la Rúa estuvo el peronismo".
Sin embargo, los defensores del PJ niegan que el partido tenga actitudes antidemocráticas y resaltan haber sido ellos víctimas de varios golpes de Estado (en 1955 contra el propio Perón y en 1976 contra su esposa Isabel).
Algunos observadores consideran que se debe hacer una distinción entre el propio Perón -que sí tuvo un historial golpista- y lo que ocurrió durante los últimos 40 años, en los que el peronismo ejerció su poder a través de los manejos políticos.
Macri
¿Cómo deja esto parado a Mauricio Macri de cara a las elecciones?
Todos los analistas coincidieron en que la percepción ciudadana sobre las dificultades que enfrentan los gobiernos no peronistas afectará las chances del candidato, aunque es difícil de calcular cuál será el impacto real.
En cambio, el propio Macri buscó calmar los temores y se mostró confiado al decirle a BBC Mundo que sus ocho años a cargo del gobierno de Buenos Aires demuestran que sabe lidiar con la presión peronista.
"Hemos gobernado esta ciudad, con la complejidad que tiene una gran metrópoli, y hemos hecho una modernización histórica, a pesar del gobierno nacional que intentó sistemáticamente bloquear y entorpecer nuestro funcionamiento como gobierno", sostuvo.
Además, el político aseguró que cuenta con el respaldo de sindicatos peronistas, algo clave ya que en el pasado estos gremios lograron paralizar gobiernos con una sucesión de paros generales.
Por otra parte, el candidato resaltó que en su fuerza hay dirigentes peronistas y se mostró confiado en que si gana logrará el apoyo de otros líderes del PJ.
"La mayoría de los gobernadores peronistas están tan preocupados como nosotros porque Argentina no crece y están desesperadamente esperando un cambio el 10 de diciembre y nosotros se lo vamos a dar", afirmó, en referencia a la fecha cuando asume el nuevo gobierno.
Analistas críticos como Bacman son menos optimistas y consideran que incluso si ganara Macri será muy difícil que garantice la gobernabilidad sin un quórum propio en el Congreso.
Del otro lado de la vereda están quienes, como Mendelevich, creen que una fuerza nueva como la de Macri, que no surgió del clásico bipartidismo peronismo-radicalismo, logrará un respaldo amplio y -de ganar- no será una nueva víctima de la historia.
No obstante, el experto también advirtió que cualquier gobierno -incluyendo uno potencial de Scioli- corre el riesgo de enfrentar inestabilidad si no logra mantener el apoyo del peronismo.