El trato policial a minorías y pobres es la causa de que el gobierno de Estados Unidos haya presentado en los tribunales una demanda contra la ciudad de Ferguson, cerca de San Luis, en el estado de Misuri.
El Departamento de Justicia presentó este miércoles la demanda por atentado contra los derechos civiles después de que la ciudad se negara a aprobar un acuerdo para mejorar las prácticas policiales.
La investigación y la demanda llegan después de la muerte hace 18 meses de Michael Brown, de 18 años y afroestadounidense, por los disparos del agente de policía Darren Wilson.
Varios testigos dijeron que Brown iba desarmado y tenía los brazos en alto,pero el agente Wilson adujo que disparó en defensa propia.
La muerte generó protestas de miles de personas, en algunos casos violentas.
La justicia del condado de San Luis declinó presentar cargos contra Wilson, lo que despertó nuevas protestas, sobre todo de la comunidad negra. Wilson renunció poco después.
Fuerza desproporcionada
El Departamento de Justicia concluyó que tampoco hubo crimen, pero inició otra investigación sobre las prácticas policiales de Ferguson por uso de fuerza desproporcionada y acoso a los ciudadanos afroamericanos, lo que generó nuevas dimisiones entre las autoridades policiales y municipales.
La decisión de no imputar al agente Darren Wilson desató la violencia en Ferguson en noviembre de 2014.
Inmediatamente después de que la ciudad rechazara el martes el acuerdo con el Departamento de Justicia por los costos de implementar las reformas, se presentó la demanda.
"Los residentes de Ferguson han esperado casi un año para que la ciudad adoptara un acuerdo que protegiera sus derechos y los mantuviera seguros (...) Han esperado décadas a que haya justicia. No se les debería forzar a seguir esperando más", dijo Loretta Lynch, fiscal general de Estados Unidos.