¿Por qué el emperador de Japón no puede abdicar como cualquier otro monarca?
El emperador de Japón, Akihito, declaró temer que su deteriorado estado de salud y su edad presentan dificultades para continuar con sus funciones.
Los comentarios del emperador, que tiene 82 años, fueron hechos en una trasmisión de televisión extraordinaria. Es únicamente la segunda vez que sus palabras han sido televisadas al público.
Sin embargo, Akihito no manifestó públicamente su deseo de abdicar. Según la Constitución japonesa, al emperador no le está permitido hacer declaraciones políticas y una expresión directa de abdicación se interpretaría como tal.
Emperador moderno
Históricamente, el emperador era visto como un semidiós pero su rol fue redefinido a "símbolo de la nación" después de que la Constitución la reescribieran las fuerzas aliadas tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
No tiene poder político pero, como dijo Akihito en su discurso, ha heredado una larga tradición.
Tiene varios deberes oficiales en representación de la nación, como recibir a dignatarios extranjeros, organizar recepciones y entregar honores.
La monarquía japonesa está entrelazada con el sintoísmo, y el emperador todavía encabeza varios ritos y ceremonias religiosas.
Pero desde que asumió el Trono de Crisantemo en 1989, Akihito adoptó un estilo más moderno, esforzándose a acercar más la familia imperial al pueblo.
En 2011, él y su esposa, la emperatriz Michiko, fueron ampliamente admirados por visitar las zonas de Japón afectadas por el devastador tsunami. Fue entonces que Akihito hizo su primera alocución pública en video.
Repetidamente expresó remordimiento por las acciones de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, una postura sobre un tema muy sensible que desafinó con un número creciente de políticos revisionistas.
Sin embargo, goza de un gran apoyo popular y miles de japoneses se congregan frente a la residencia real para manifestar sus mejores deseos a la pareja imperial.
Akihito a sufrido varios quebrantos de salud y tuvo que ser intervenido de un cáncer de próstata en 2003 y someterse a un bypass coronario en 2012.
Aunque en su alocución aseguró estar recuperado de sus cirugías y que está en buena salud, reconoció que su nivel de estado físico necesariamente está declinando con la edad y "me preocupa que podría volverse difícil para mí realizar mis deberes".
Cambios constitucionales
Desde mediados de julio se rumoraba del deseo de Akihito de buscar cómo abdicar, lo que causó considerable sorpresa pública.
La medida no tiene precedente en la historia moderna de Japón, pues no existe una provisión legal para la abdicación, según la ley japonesa.
Se necesitaría un cambio en la Constitución para que un emperador renuncie a su cargo.
Varios cambios constitucionales que afectarían la familia imperial han sido discutidos en el pasado.
En 2006 se abrió un debate sobre si una mujer podía ascender al trono y, en 2011, el príncipe Akishino, hermano menor de Akihito, pidió que se discutiera imponer una edad de jubilación para el emperador. Ninguna de las iniciativas resultó en cambio.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, respondió minutos después de la transmisión del mensaje pregrabado de Akihito.
Manifestó que el gobierno estaría tomando en consideración la edad y condición física del emperador, abordando el tema "con seriedad".