Por qué en EEUU se permite a cualquier ciudadano comprar un arma de fuego
La masacre ocurrida en la discoteca Pulse de Orlando (Florida) en la quefallecieron 49 personas es la muestra más reciente del problema de violencia con arma de fuego que vive Estados Unidos.
De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Estados Unidos es el país desarrollado con la cifra más alta de muertes violentas: casi 5 por cada 100.000 habitantes.
Pese a ello, las propuestas de regulación de la venta de armas de fuego se estancan una y otra vez ante la negativa de quienes reivindican su derecho a poseerlas. BBC Mundo te explica por qué.
¿De dónde surge el derecho a poseer un arma de fuego en EE.UU.?
El derecho de los ciudadanos en Estados Unidos a portar armas se basa en el texto de la Segunda Enmienda de la Constitución de ese país y, sobre todo, de una interpretación que hizo de esta norma la Corte Suprema de Justicia en el año 2008.
¿Qué es la Segunda Enmienda?
La Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos fue aprobada en el año 1791 como parte de una serie de 10 modificaciones que posteriormente fueron conocidas como la Carta de Derechos y que buscaba establecer límites al gobierno federal.
La norma establece que "siendo una milicia bien regulada necesaria para la seguridad de un estado libre, el derecho del pueblo a tener y portar armas no será vulnerado".
¿Cuántas armas hay en Estados Unidos?
No existen cifras oficiales ni un registro único que permita conocer este dato. Un estudio realizado por la organización Small Arms Survey, con cifras de 2007, estimaba que en el país había unos 270 millones de armas de fuego en posesión de civiles.
Esa cifra, que algunos estiman puede ser superior, ubica a Estados Unidos como el país del mundo con mayor número de armas por cada 100 habitantes: 88.8.
Dos estudios realizados en 2013 señalan que el porcentaje de hogares estadounidenses en los que al menos uno de los miembros tiene un arma de fuego oscila entre 37% (Centro de Investigaciones Pew) y 43% (encuestadora Gallup).
¿Quiénes no pueden comprar armas de fuego?
Según la Oficina Federal de control de Armas y Explosivos, hay cierto tipo de ciudadanos que tienen prohibido adquirir armas de fuego. Estos son:
- Los que hayan sido condenados por un delito castigable con pena de prisión durante más de un año.
- Los fugitivos de la justicia.
- Los adictos a sustancias controladas.
- Quienes sufren de enfermedades mentales o han sido internados en instituciones de salud mental.
- Los inmigrantes sin papeles o los admitidos en Estados Unidos con una visa de no inmigrante.
- Los que han sido dados de baja de forma deshonrosa de las Fuerzas Armadas.
- Los que, habiendo sido ciudadanos de Estados Unidos, hayan renunciado a esa nacionalidad.
- Los que están sometidos a órdenes judiciales de prohibición de acosar o amenazar a su pareja o al hijo de esa pareja.
- Quienes han sido condenados por faltas o delitos de violencia doméstica.
¿Quiénes pueden comprar armas de fuego?
Cualquier ciudadano estadounidense que no cumpla con la lista de excepciones antes detallada. La edad legal varía de estado en estado y según el tipo de arma, pero en general en casi todos se exige ser mayor de 18 o 21 años.
¿Qué documentos hacen falta para comprar un arma de fuego en Estados Unidos?
El vendedor debe solicitar del comprador un documento de identificación que debe incluir el nombre, la dirección de residencia, la fecha de nacimiento y una fotografía. Si el comprador no dispone de un único documento con toda esa información, puede presentar varios documentos emitidos por el gobierno que permitan proveer esa información.
¿Hay algún control de antecedentes?
Los negocios de ventas de armas están obligados a realizar una revisión de antecedentes para determinar si una persona es apta para comprar un arma.
Sin embargo, si el FBI no responde en el plazo de 72 horas a esa revisión de antecedentes, se considera que la compra está autorizada, lo que en ocasiones ha permitido la venta a personas no aptas.
Los particulares que formalmente no se dedican a la venta de armas pueden venderlas sin necesidad de hacer la revisión de antecedentes. Estos son responsables de la venta de 40% de las armas que se transan en el país.
¿Por qué se debate sobre la interpretación de la Segunda Enmienda?
Durante años, los partidarios del porte de armas por parte de civiles han visto en la Segunda Enmienda la consagración de sus derechos.
Por su parte, quienes favorecen el control de armamento argumentan que ese derecho al porte de armas está vinculado a la participación a las fuerzas de defensa colectivas y no es, por tanto, un derecho individual.
Ese era el enfoque que había prevalecido desde, al menos, 1939 cuando fue establecido por una sentencia de la Corte Suprema de Justicia.
Sin embargo, en 2008 el máximo tribunal cambió de criterio y señaló que la Segunda Enmienda establece el derecho individual a poseer un arma de fuego.
¿Cómo eran las armas en la época en la que se aprobó la Segunda Enmienda?
El arma larga de la época era el mosquete, un arma de infantería que se usó hasta el siglo XIX y que tenía un alcance de tiro efectivo de unos 100 metros.
No era muy precisa y recargarla requería tiempo, de modo que un tirador muy bien entrenado lograba hacer hasta tres disparos por minuto.
Por contraste, el fusil AR15 utilizado por Omar Mateen, el atacante de la discoteca de Orlando, permite disparar 30 balas por minuto.
¿Qué esfuerzos se han hecho para regular el uso de armas de fuego?
En septiembre de 1994, el Congreso de Estados Unidos aprobó durante el mandato del presidente Bill Clinton una ley que prohibía la fabricación para uso de civiles de armas semiautomáticas, definidas como armas de asalto, así como ciertos cargadores de municiones considerados de gran capacidad.
Esta norma expiró en 2004 y no ha podido ser restablecida.
A lo largo de su mandato, el actual presidente estadounidense, Barack Obama, ha hecho numerosos llamados al Congreso para aumentar los controles y los límites a la venta de armas de fuego sin lograr ningún avance.
En enero de este año, haciendo uso de sus atribuciones presidenciales, Obama aprobó un conjunto de medidas ejecutivas y de propuestas al Congreso para reforzar el control sobre las armas.
Estas establecen que todos los vendedores deben contar con una licencia y deben realizar revisiones de antecedentes, eliminando las actuales excepciones con las que cuentan algunos vendedores que operan en internet y a través de exposiciones de armas.
Además, se exige a los estados proveer información sobre la gente descalificada por sufrir enfermedades mentales o por haber incurrido en actos de violencia doméstica y se incrementa en 50% el personal del FBI dedicado a la revisión de antecedentes.