El subdirector de la Policía de Tailandia, Pongsapat Pongchaoren, dijo este domingo (14.08.2016) a la prensa en Bangkok que están más cerca de descubrir quién orquestó los atentados que sacudieron el país entre el jueves y el viernes pasados (11 y 12 de agosto de 2016), con el resultado de 4 muertos y 35 heridos, incluidos diez extranjeros. El alto mando policial señaló que creen que se trata de un ciudadano tailandés que empleó para la operación entre 10 y 20 personas, de acuerdo con el diario local Khaosod.
El general Pongsapat indicó que no piensan que se estén preparando más atentados para los próximos días. Un total de catorce bombas estallaron en seis provincias de Tailandia. Los cuerpos de seguridad además han desactivado o detonado bajo control otros ocho explosivos, cinco de ellos durante este fin de semana. Las bombas fueron detonadas con teléfonos móviles de la misma marca, Samsung Hero E1200, que se vendieron en Malasia, país al que la Policía tailandesa ha pedido asistencia en la investigación.
Se ha detenido a un tailandés vinculado con uno de los explosivos que estalló en la ciudad portuaria de Hua Hin, un destino turístico importante situado a unos 150 kilómetros al suroeste de Bangkok. Asimismo, la Policía ha llamado o llevado a comisaría para que presten declaración a muchas más personas. La versión oficial culpa a motivaciones políticas la causa de la ola de violencia, interpretación que apunta directamente hacia el ex primer ministro Thaksin Shinawata y su partido, el Puea Thai (De los tailandeses), aunque estos lo han negado.
Probable móvil político
Un golpe militar derribó a Thaksin en 2006 y volvió a repetirse la historia en 2014 con el entonces Gobierno de Yingluck Shinawatra, la hermana menor del primero y ganadora de las elecciones de 2011. La hipótesis de las razones políticas se ve reforzada por el hecho de que los explosivos usados estaban ensamblados igual que otros utilizados en acciones antigubernamentales en el pasado. Una bomba de este tipo mató a 20 personas e hirió a 125 en el templo hindú Erawan, en el centro comercial de Bangkok, el 17 de agosto de 2015.
Otro argumento a favor de la versión oficial es que los tailandeses aprobaron en referéndum, el 7 de agosto último, una nueva Constitución que habían rechazado los principales partidos políticos del país, entre ellos el de Thaksin. Los atentados golpearon las provincias de Phang Nga, Surat Thani, Chumphon, Trang, Phuket y Prachuap Khiri Khan, a la que pertenece Hua Hin, todas ellas partidarias de la Constitución aprobada. Actualmente, Tailandia está gobernada por una junta militar que preside el general Prayut Chan-ocha, quien detenta el cargo de primer ministro, desde el golpe de 2014.