Policía desaloja a inmigrantes del centro papú de Manus
El refugiado y periodista kurdoiraní Behrouz Boochani, quien informaba a través de su cuenta Twitter sobre la situación, fue detenido por razones desconocidas, aparentemente junto a otros dos inmigrantes, informó este jueves la cadena local SBS.
"Entiendo que un pequeño grupo de personas ha sido detenida, incluyendo ese sujeto (Boochani)", dijo el ministro australiano de Inmigración, Peter Dutton, a la cadena Sky News.
Otros 350 inmigrantes sigue en las instalaciones de Manus sin agua, comida, servicios básicos ni atención médica y, según denuncias de los refugiados, las autoridades han arrojado sus pertenencias a la basura y destruido las camas y lo poco que les quedaba.
"Las autoridades no pudieron desalojar a más o menos 350 hombres restantes que se sentaron en el suelo con las manos agarradas", según informó en un mensaje electrónico la organización GetUp! que divulga fotografías y vídeos desde el interior del centro.
Según los refugiados, la Policía y los funcionarios de Inmigración de Papúa habrían ingresado al lugar con palos y cuchillos al centro.
Refugiados se niegan a ser realojados
Los refugiados y solicitantes de asilo se niegan a ser realojados en otros lugares de acogida ofrecidos por las autoridades en Lorengau, la ciudad principal de la isla papú, por temor a ser atacados por los lugareños.
"Se prevé el riesgo de que se produzcan heridas serias si las autoridades usan la fuerza.
El Gobierno está poniendo a los refugiados en riesgo", dijo la Investigadora del Pacífico de Amnistía Internacional (AI), Kate Shuetze, en un comunicado, al acusar a Australia de violar los derechos de los refugiados.
AI protestó por la detención del periodista y refugiado kurdoiraní Behrouz Boochani, acción que AI califica de una "aparente represalia por reportar sobre la situación de derechos humanos en el centro".
El centro fue clausurado el pasado 31 de octubre, cortando el suministro de alimentos, agua y atención sanitaria, después de que en abril del año pasado el Tribunal Supremo papú lo declarara ilegal.
El mismo tribunal desestimó más tarde una petición para que se restablezcan los servicios en Manus para mitigar lo que, según la ONU, se ha convertido en una crisis humanitaria por la situación de los inmigrantes y refugiados.
El centro de refugiados de Manus y otro en Nauru, en el Pacífico, abrieron después de que Australia reactivara en 2012 su controvertida política de tramitar solicitudes de asilo en terceros países.
Muchos de los internos en Manus y Nauru han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria; otros han escapado de la discriminación como las minorías rohinyá, en Birmania (Myanmar), o bidún, en la región del Golfo.