El Gobierno de Perú decidió convocar al Grupo de Lima para el próximo martes en la capital del país andino, con el fin de analizar la convocatoria a elecciones anticipadas en Venezuela, informó el Ministerio peruano de Relaciones Exteriores. El grupo se creó en agosto de 2017 como una instancia regional que busca una salida a la crisis que vive el país gobernado por Nicolás Maduro.
El comunicado oficial señala que el llamado se ha hecho "ante la decisión de las autoridades electorales de Venezuela de convocar a elecciones anticipadas para el próximo 22 de abril". El documento añade que estas elecciones "no permitirían realizar un proceso justo, libre, transparente y democrático". La reunión servirá para "evaluar las medidas que corresponde adoptar ante el desarrollo de la situación política venezolana”, agrega.
La convocatoria a los 12 países de la entidad (Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Brasil y Costa Rica) se hace un día después de que la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, anunciara la fecha de las elecciones. Esto, tras recibir un decreto de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente que ordenó realizar los comicios antes de mayo.
Apoyo de Estados Unidos
El llamado a las elecciones se produjo poco después del colapso de la mesa de diálogo que la oposición y el Gobierno de Venezuela llevaban adelante en República Dominicana. Este mismo jueves, el presidente Nicolás Maduro intentó dar garantías de transparencia y aseguró que su Ejecutivo está abierto a recibir a "todos los observadores internacionales" que quieran asistir al proceso electoral.
El pasado 23 de enero, el Grupo de Lima rechazó la decisión unilateral de la ANC de adelantar los comicios, por considerar que una convocatoria en esas condiciones "imposibilita la realización de elecciones democráticas, transparentes y creíbles (...) y contradice los principios democráticos y de buena fe para el diálogo entre el Gobierno y la oposición". A esa declaración se sumaron Guyana y Santa Lucía.
Al día siguiente, Estados Unidos apoyó ese pronunciamiento y consideró que esos comicios "no reflejarán la voluntad del pueblo de Venezuela y serán vistos como antidemocráticos e ilegítimos a los ojos de la comunidad internacional".