Las últimas semanas, la nueva variante BQ.1.1 del COVID-19 ha comenzado a hacerse más conocida en el mundo debido a su avance en Europa y Estados Unidos.
Informalmente, se le ha denominado “Perro del Infierno”, “Sabueso Infernal” o “Cerbero”, lo cual ha motivado que sea ampliamente viralizada en redes sociales.
En específico, la BQ.1.1 es un sublinaje de la BA.5 y BQ.1.
Sin embargo, la denominaciónde "Perro del Infierno" no es respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, además, descartó que sea una subvariante más compleja que Ómicron.
De acuerdo a lo señalado por el organismo, “según la evidencia actualmente disponible (…) no se cree que el fenotipo general de XBB y BQ.1 (y sus sublinajes) se diferencien lo suficiente entre sí o de otros linajes de Ómicron con mutaciones de escape inmunitario, en términos de la respuesta de salud pública necesaria, para justificar la designación de nuevas variantes de interés y la asignación de una nueva etiqueta”.
En esa línea, afirmaron que “los dos sublinajes siguen siendo parte de Ómicron, que siguen siendo una variante de preocupación”.
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Por otra parte, el vocero de la Comisión de la Universidad Nacional Autónoma de México para la Atención del COVID-19, Mauricio Rodríguez, dijo a AFP que “hay que poner muy en claro que desde la cuarta ola en noviembre de 2021, la variante dominante ha sido la Ómicron y, conforme ha pasado el tiempo, lo que hemos visto es la aparición de subvariantes”.
“Aunque no hay datos sobre la gravedad o el escape inmunológico de los estudios en humanos, BQ.1 está mostrando una ventaja de crecimiento significativa sobre otros sublinajes de Ómicron circulantes en muchos entornos, incluyendo Europa y Estados Unidos, y por lo tanto justifica una estrecha vigilancia”, complementaron.
Sobre lo mismo, el denominado “Perro del Infierno” es “la misma Ómicron, pero que tiene algunos cambios que le van dando nombres diferentes”.
Cabe destacar que su apodo no es oficial, dado que la OMS apuntó que “los sistemas de nomenclatura establecidos para nombrar y rastrear los linajes genéticos del SARS-CoV-2 por GISAID, Nextstrain y Pango se siguen utilizando en círculos científicos y en la investigación científica, y así se continuará haciendo”.
Y es que se busca entregar denominaciones fáciles de pronunciar y que no generen estigmas.
Por lo pronto, las autoridades esperan cómo evolucione la presencia de la subvariante BQ.1.1 en el mundo, dado que según reportes hasta el 9 de octubre de 2022, se había detectado en el 6% del planeta, en 65 países y principalmente en Francia, Estados Unidos, Bélgica y Reino Unido.