La alcaldía de Pekín anunció el jueves la anulación de las populares ceremonias previstas con motivo del Año Nuevo chino, como medida de protección ante la epidemia provocada por el virus que ya ha matado a 17 personas en el país.
Las vacaciones y festividades con motivo del año nuevo comenzarán el próximo viernes y duran una semana. Los habitantes de Pekín se cuentan por centenares de miles cada año en los parques y espacios públicos para asistir a los tradicionales bailes del león y del dragón.
La epidemia fue detectada por primera vez el mes pasado, en un mercado de abastos de la ciudad Wuhan. El nuevo saldo oficial es de 17 muertos, y los científicos temen una mutación y una propagación del virus.
Un estudio, publicado en la revista Science China Life Sciences analizó las relaciones entre la nueva cepa y otros virus, descubriendo que el coronavirus que surgió en la ciudad de Wuhan estaba estrechamente relacionado con una cepa que existe en los murciélagos.