Papeles de Panamá: investigando en secreto
Para los periodistas del Süddeutsche Zeitung, el momento en que les fueron transmitidas las informaciones de los “Papeles de Panamá” sobre las redes internacionales de empresas fantasmas marcó un auténtico día de suerte. Con el tiempo se convertiría en una gran historia con repercusiones a largo plazo. El solo recuento de cómo trabajaron los periodistas involucrados está lleno de tensión.
Redactores del diario bávaro y de otros medios internacionales acordaron respetar un secreto absoluto. No debían hablar acerca de este proyecto, lo cual resultó especialmente duro para ellos, afirmó el jefe del equipo de investigadores del Süddeutsche Zeitung, Frederik Obermaier, en una entrevista con el portal de internet de dicho medio. A fin de protegerse de posibles ataques informáticos, la redacción ex profeso trabajó en computadoras que no estaban conectadas a internet. El servidor y dichos ordenadores estaban instalados en una habitación sellada, a la cual solo tenían acceso los miembros de la red de investigadores. “Ni siquiera el editor jefe podía entrar, y tampoco el personal de limpieza. El espacio solo fue limpiado luego de que fuera completado el proyecto”, dice Obermeier.
Con regularidad se llevaban a cabo encuentros con el equipo internacional, por ejemplo, en Washington o en Londres, a fin de intercambiar información. Un foro especial y de acceso restringido sirvió como herramienta para la correspondencia.
Problemas logísticos
El mayor de los problemas lo constituyó desde un principio el enorme volumen de datos. Los “Papeles de Panamá” conforman 2,7 terabytes de información, en un total de 11,5 millones de documentos. Por eso, la redacción del diario alemán buscó colaborar con el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés). Así, al final trabajaron en el proyecto unos 400 periodistas de 80 países. “Nosotros solos no hubiéramos sido capaces de procesar tal cantidad de información. Nos hubiera tomado 20 años. Por eso decidimos definir ejes temáticos por países”.
Temas que en Alemania hubiesen resultado secundarios, pero que en otras regiones eran relevantes, fueron dejados en manos de los periodistas de dichas regiones. En principio, el procedimiento fue muy simple: elaborar listas con posibles involucrados y luego compararlas con los datos recibidos.
Dinero a la sombra
La información provino de una fuente anónima. Es muy actual y fue transmitida directamente a los periodistas del Süddeutsche Zeitung. Se supone que algunas computadoras del despacho Mossack Fonseca fueron intervenidas por hackers a fin de obtener correos electrónicos, certificados, estados de cuenta y otros muchos documentos relacionados con más de 215.000 sociedades financieras que operaban tanto en Panamá como en las Islas Vírgenes Británicas y otros lugares. Es un mundo paralelo en el que fluyen enormes cantidades de dinero, dice Obermeier. Mossack Fonseca trabajó en todo el mundo con cerca de 14.000 bancos y despachos, 1.200 de los cuales tienen su sede en Suiza.
Comienzan las investigaciones
Australia, Nueva Zelanda e Israel se proponen investigar si ciudadanos de esos países aparecen en las listas del despacho panameño. En Noruega, el ministerio de Industria solicitó una explicación al banco DNB por su supuesta implicación en el caso. DNB aceptó haber ayudado a cerca de 40 clientes a fundar una empresa fantasma en las Islas Seychelles.
En Islandia, los “Papeles de Panamá” pueden provocar un terremoto político. El primer ministro de ese país, Sigmundur Davio, y su esposa habrían fundado una empresa fantasma, según los documentos. Grupos ciudadanos piden por ello su renuncia. La oposición quiere convocar a elecciones anticipadas. En un país de 330.000 habitantes, 21.000 ya han firmado la petición para pedir la remoción de Davio.
El asunto, en todo caso dará mucho de qué hablar. “En las siguientes semanas serán publicadas historias relacionadas con Alemania; luego, con el mundo del deporte, y finalmente aparecerán las historias regionales”, dice Obermeier acerca de los “Papeles de Panamá” que pronto verán la luz.