Pakistán ha promulgado una nueva ley que contempla la castración química de los violadores y la creación de un registro nacional de agresores sexuales, lo que busca acelerar los juicios de casos de violación y otros abusos sexuales contra mujeres o niños.
Si bien el texto debe ser ratificado por el Parlamento, la nueva ley entró inmediatamente en vigor, por lo que los tribunales especiales ya están facultados para juzgar los casos de violación y abusos sexuales cometidos en contra de mujeres o niños en un plazo máximo de cuatro meses.
"La norma permitirá acelerar el tratamiento de los casos de abuso sexual contra mujeres y niños", declaró la presidencia, quien también añadió que la ley incluía una "cláusula sobre la castración química de los delincuentes sexuales para quienes cometan su primer delito, así como de los reincidentes". La castración será ordenada por un juez.
Gran parte de Pakistán, país musulmán conservador, vive bajo un código patriarcal que sistematiza la opresión de las mujeres. Las víctimas de delitos sexuales suelen estar demasiado asustadas para denunciar, y cuando dan el paso, esas denuncias se investigan sistemáticamente con negligencia.
La ley también tiene voces disidentes
La legislación, promulgada el martes (15.12.2020) por el presidente pakistaní, Arif Alvi, fue adoptada tras el caso en septiembre de una violación de una madre cometida por los miembros de una banda, en presencia de sus hijos, al costado de una carretera. Este suceso provocó una gran conmoción en el país y llamados a endurecer la represión de los crímenes sexuales contra mujeres y niños.
Un responsable de la policía pareció culpar de lo sucedido a la víctima, al afirmar que conducía por la noche por una carretera sin ir acompañada por un hombre. Cada día se registran once violaciones en Pakistán, según los datos oficiales. Pero las autoridades reconocen que las verdaderas cifras son mucho más elevadas.
Diferentes organismos nacionales expertos en derechos han rechazado la nueva ley, diciendo que los castigos por sí solos no funcionarían sin aportar mejoras a los sistemas de enjuiciamiento y justicia.
"Es una solución demasiado simplificada para un problema que es muy complejo y necesita un enfoque holístico", dijo Rizwan Khan, un abogado de derechos con sede en la capital Islamabad.
"La castración no servirá de nada si no se abordan otras lagunas como el acuerdo extrajudicial con la familia de la víctima y la intimidación para retirar los cargos", señaló, por su parte, Sadia Bokhari de Humns Right Comission of Pakistán (HRCP).