Un padre le provocó graves secuelas neurológicas a su bebé de sólo cuatro meses luego de zamarrearlo para que dejara de llorar.
La agresión ocurrió en mayo del año pasado, en Zaragoza, España, cuando Gabriel C. B. quedó a cargo de su hijo mientras la madre iba a trabajar en un turno de noche.
Según detalla el medio local Heraldo, el bebé comenzó a llorar durante la noche y el hombre no fue capaz de calmarlo.
A eso de las 02:00 de la madrugada, envió varios mensajes a su pareja preguntándole qué hacer para que dejara de llorar. Ella lo aconsejó y le pidió tener paciencia, pero él sólo respondió que tenía que descansar para ir a trabajar a las 05:00 de la mañana.
Alrededor de las 04:30 horas llegó la abuela para relevar al padre en el cuidado del menor, pero inmediatamente notó algo extraño. Lo observó “asustado”, con la mirada “perdida hacia atrás” y sobre una toalla empapada en agua.
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Cuando la madre llegó a la casa, decidió llevarlo a un hospital. En el recinto médico determinaron que el pequeño había sufrido lesiones provocadas por un “traumatismo craneal por maltrato”.
En la actualidad el bebé tiene reconocido un 81 por ciento de discapacidad y un grado de dependencia severo. Además, quedó con secuelas como ceguera en el ojo derecho, pérdida de visión elevada en el ojo izquierdo y un retraso psicomotor y madurativo en relación a otros niños de su edad.
En marzo pasado se procesó al hombre como presunto autor del delito de lesiones graves, por el que enfrenta penas que van de los seis a los doce años de cárcel.