El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, acusó este viernes a los Países Bajos de "intervencionista" y dijo que no desea mantener relaciones con el país europeo, después de conocerse que no financiará un hospital prometido hace años.
"Quienes vengan a faltarle el respeto a nuestro pueblo, a nuestra patria, pues que no vuelvan a aparecer por Nicaragua. Y no queremos relaciones con ese gobierno intervencionista", dijo el mandatario en alusión a la embajadora holandesa para América Central, Cristine Pirenne, con sede en Costa Rica.
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Según el mandatario, durante una visita el jueves en Managua la embajadora les informó que ya no financiarán un hospital que se comprometieron a construir hace años en una comunidad del Caribe.
"Estuvo de visita la embajadora de ese país. La recibió nuestro canciller [Denis Moncada]. ¿Y que fue lo que escuchó? La embajadora venía a hablarle a los nicaragüenses como que Nicaragua es una colonia holandesa".
Y después de "lanzar aquel discurso atropellante para la dignidad de nuestro pueblo, comunicó que no iban a construir el famoso hospital, un hospital que se habían ellos comprometido a construir hace varios años y no habían puesto una sola piedra, ni un solo ladrillo... Solo eran amenazas, amenazas y amenazas", criticó Ortega.
"¿Y qué le hemos dicho a la señora embajadora? ¿Qué le decimos a ese gobierno, señores? Aquí en esta tierra, en esta patria se respeta nuestra bandera (...) y que afuera, como bien lo dice la canción, que vaya a gritar lo que quiera, todas sus miserias que las vaya a gritar afuera, pero aquí en Nicaragua no les permitimos que irrespeten a este pueblo", agregó.
Sin embargo, Ortega no precisó si su gobierno formalizó la ruptura de relaciones con el país europeo, que en 2013 cerró sus oficinas en Managua y opera actualmente para toda Centroamérica desde Costa Rica.
Países Bajos se suma a la ola de expulsiones de representantes y misiones extranjeras ordenadas en Nicaragua este año, entre las que figura la oficina de la OEA, el nuncio apostólico, Waldemar Sommertag; y la petición de salida de la embajadora de la Unión Europea (UE), Bettina Muscheidt.