AFP
La opositora Aung San Suu Kyi, cuyo partido es el favorito en las legislativas del domingo en Birmania, afirmó este jueves que ella dirigirá el gobierno, pese a que la Constitución la priva de este puesto.
"Yo dirigiré el gobierno. Y tendremos un presidente que trabajará de acuerdo con la política de la LND [Liga Nacional para la Democracia]", su formación, declaró la opositora durante una gran rueda de prensa en su casa de Rangún previa a los históricos comicios del domingo.
La primera etapa del nuevo parlamento será escoger el próximo presidente, un complejo proceso que no tendrá lugar hasta marzo. Suu Kyi no podrá presentarse a causa de un artículo de la Constitución que impide el acceso a este cargo a las personas con hijos de nacionalidad extranjera. Los dos hijos de Suu Kyi son británicos.
La formación de la líder opositora no reveló el nombre de su candidato a la presidencia.
La premio Nobel de la Paz estimó el jueves que la victoria de su partido representará un "gran salto hacia la democracia".
La opositora, de 70 años, denuncia habitualmente los límites de las reformas puestas en marcha por el gobierno de transición desde 2011. El ejecutivo continúa dominado por ex generales deseosos de mantener los intereses de la antigua junta, bajo el pretexto de garantizar una transición tranquila.
Las preocupaciones se multiplican a medida que se aproximan los comicios, vistos como una prueba de la transición democrática iniciada hace cuatro años con la autodisolución de una junta que gobernó el país con mano de hierro desde 1962.
En este contexto, uno de los pocos líderes estudiantiles aún en libertad en Birmania, Linn Htet Naing, fue detenido el martes por la noche y deberá comparecer ante un tribunal de Rangún el jueves por cargos como "manifestación no autorizada", explicó a la AFP un familiar.
En marzo, se encontraba al frente de cientos de estudiantes que se manifestaron contra una controvertida reforma de la educación. Tras la represión de la protesta, decenas de estudiantes fueron detenidos.
Aung San Suu Kyi, en arresto domiciliario durante 15 años hasta 2010, podría por primera vez en la historia de Birmania tomar las riendas del país.