AFP
La oposición de Nicaragua cuestionó el anuncio de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de trabajar en una reforma al sistema electoral que daría "respiro" al cuestionado gobierno de Daniel Ortega.
Esto porque la secretaría general de la Organización Estados Americanos (OEA) encabezada por Luis Almagro, informó el viernes que acordó con el gobierno de Nicaragua trabajar en los próximos seis meses en una reforma al cuestionado sistema electoral, como salida a la crisis que vive el país centroamericano.
"A esta alturas la propuesta de la OEA resulta insuficiente, solo le daría un respiro" al gobierno mientras continua reprimiendo y creando "el caos" en el país, advirtió el exdiputado opositor, abogado y académico universitario Eliseo Núñez a la AFP.
Una misión técnica de la OEA tiene previsto llegar este fin de semana a Nicaragua para definir un plan de trabajo con el gobierno, mientras el sureño departamento de Masaya era escenario este sábado de nuevos incendios, saqueos, detonaciones y violentos enfrentamientos que dejaron al menos un muerto.
"La exigencia de la ciudadanía que está en las calles es salir a lo inmediato del desgobierno del Ortega", dijo por su parte la dirigente opositora de la sociedad civil Azhalea Solís.
Masaya es un antiguo bastión sandinista que se ha sublevado contra el gobierno, que ha sufrido una fuerte represión y saqueos desde que iniciaron las protestas en Nicaragua el 18 de abril, y que dejan más de un centenar de muertos.
A la lista se sumó este sábado un ciudadano estadounidense, de nombre Sixto Henry Viera, de 48 años, confirmó la embajadora estadounidense en el país, Laura Dogu, en un tuit.
Ortega desoye a la comunidad internacional
En las últimas dos semanas, la violencia en Nicaragua ha crecido pese al llamado que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Amnistía Internacional (AI) han hecho al gobierno para que cesara de inmediato la represión contra los manifestantes.
Tampoco han tenido efecto los pedidos de Estados Unidos, principal socio comercial de Nicaragua, de las Naciones Unidas (ONU), ni de la Unión Europa (UE) que han expresado su preocupación por la violencia que vive el país centroamericano a raíz de las protestas.
Amnistía Internacional acusó el lunes en un informe al gobierno nicaragüense de usar fuerzas paramilitares, conocida como "turbas", para reprimir las protestas.
Lejos de detenerse, dos días después, la policía y fuerzas de choque del gobierno atacaron a balazos a una multitudinaria manifestación opositora que era encabezada por las madres que han perdido a sus hijos en las protestas, en una sangrienta jornada que dejó a menos 16 muertos.
"Todo parece indicar que la capacidad de orden y represión de la Policía fue rebasada" y que Ortega ha recurrido al uso "de cuerpos paramilitares, las pandillas de turbas sandinistas" para sofocar las manifestaciones, denunció el excomandante guerrillero Henry Ruiz en un artículo de opinión.
Ortega, que está en el poder desde 2007, tiene previsto concluir su tercer mandato sucesivo en enero de 2022.