ONU: Unas 66.000 personas desplazadas por los recientes combates en el norte de Siria
AFP
Unas 66.000 personas huyeron de los recientes combates en varios frentes de la provincia de Alepo, en el norte de Siria, informó el domingo la ONU.
"Esta cifra incluye cerca de 40.000 personas desplazadas de Al Bab y de la vecina ciudad de Tadef y otras 26.000 procedentes de las localidades del este de Al Bab", señaló la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Al Bab era un importante feudo del grupo Estado Islámico en el norte de Siria, que fue reconquistado por las fuerzas turcas y grupos rebeldes sirios aliados el 23 de febrero, tras semanas de intensos enfrentamientos.
Las tropas del régimen de Bashar al Asad, respaldadas por la aviación rusa, también llevan a cabo desde enero una ofensiva para expulsar a los yihadistas del EI del sudeste de la provincia de Alepo.
Según la ONU, "39.766 personas de Al Bab huyeron de la ciudad hacia otros sectores del norte controlados por grupos rebeldes". La organización teme por la vida de estos desplazados, expuestos a las bombas y a los artefactos que no explotaron diseminados por el EI en estas zonas.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) informó el sábado que más de 30.000 civiles, en su mayoría mujeres y niños, habían huido a lo largo de la semana ante el avance de las tropas gubernamentales en el este de la provincia de Alepo.
Un gran número de desplazados busca refugio en Manbij, una ciudad situada a unos 30 km de la frontera turca, en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, una alianza de combatientes kurdos y árabes) desde agosto.
Estados Unidos apoya a las FDS en su lucha contra los yihadistas del EI, pero los soldados turcos y los rebeldes sirios a los que están aliados quieren expulsar de Manbij a los combatientes de las FDS.
Para las autoridades turcas detrás de las FDS están las milicias kurdas YPG, que Ankara considera una organización terrorista.
Un corresponsal de la AFP en Manbij constató este domingo que se formaban largas colas de civiles delante de los puestos de control de la ciudad. En coche, o en camionetas, numerosos civiles, en su mayoría niños y mujeres, con velo negro, eran controlados en estos puestos por las FDS para asegurarse de que no se infiltraba ningún yihadista.