Los equipos de salvamiento presentes en el lugar, confirmaron la muerte de las 224 personas que viajaban a bordo del Airbus 321 con destino a San Petersburgo, que se estrelló en suelo egipcio este sábado.
Entre las víctimas, todas de nacionalidad rusa, se encontraban 17 niños, además de 200 pasajeros adultos y 7 tripulantes de la nave.
Los resto del vuelo, que había despegado en Sharm el Sheij, Egipto, con destino a Rusia, fueron encontrados en una zona montañosa de la provincia del Sinaí del Norte, según anunció el gabinete del primer ministro egipcio, Mahmud al Zeinati.
Según residentes de la zona del accidente, vieron que el avión prendió fuego en pleno vuelo minutos antes que se reportara el accidente.
Según la agencia rusa Sputnik, los tripulantes del avión llevaban varias semanas quejándose de problemas en los motores del A321, en servicio desde hace más de 18 años.