Al menos ocho personas murieron y varias resultaron heridas en un tiroteo en una empresa de la ciudad de Indianápolis, en el centro de Estados Unidos, el jueves por la noche.
La matanza ocurrió en instalaciones de la compañía de logística FedEx, cerca del aeropuerto internacional de la ciudad. Además de los fallecidos, cinco personas tuvieron que ser hospitalizadas. "Creo que apenas duró uno o dos minutos", dijo Craig McCartt, miembro de la policía de Indianápolis, citado por el canal de noticias CNN.
"El sospechoso llegó desde el aparcamiento. Según tengo entendido, salió de su automóvil y empezó a disparar enseguida". El presunto autor del tiroteo se suicidó cuando la policía llegó al lugar de los hechos.
Un trabajador de la planta de FedEx dijo a un canal local que vio cómo un hombre armado abría fuego en las instalaciones. "Vi al individuo con un subfusil, o un rifle automático, y empezó a disparar al aire libre. De inmediato me agaché, tenía miedo", contó Jeremiah Miller.
"Estamos profundamente conmocionados y entristecidos por la muerte de los miembros de nuestro equipo en el trágico tiroteo en nuestras instalaciones de Indianápolis", dijo la empresa en un comunicado.
La planta donde ocurrió el tiroteo emplea a más de 4.000 personas, según informaciones de prensa. La policía federal, el FBI, consideró que es "prematuro especular" sobre el móvil del autor de los disparos, y la compañía no indicó si se trataba de uno de sus empleados.
Sucesión de tiroteos
Estados Unidos ha sido escenario de matanzas similares en las últimas semanas en ciudades como Atlanta, Boulder (Colorado) y Los Ángeles. "Esta mañana, la gente de Indianápolis se enfrenta a la horrible noticia de otro tiroteo", lamentó Joe Hogsett, el alcalde de la ciudad.
"Nos invade la pena (...) La pena por las familias de los fallecidos, la pena por los empleados que perdieron a sus compañeros y la pena por los numerosos estadounidenses que tratan de entender cómo siguen ocurriendo tragedias como ésta una y otra vez", añadió.
Casi 40.000 personas mueren cada año en Estados Unidos a causa de las armas, y más de la mitad son suicidios. Los numerosos tiroteos en el país reabren con frecuencia el debate sobre la proliferación de armas, sin muchos avances hasta la fecha.