El presidente estadounidense, Barack Obama, vetó este viernes un proyecto de ley que hubiera permitido demandar al Gobierno de Arabia Saudí en tribunales estadounidenses por su papel en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La Casa Blanca advirtió que la ley hubiera sido contraria a los intereses de Estados Unidos, al poner en manos de la Justicia los esfuerzos por determinar la responsabilidad de gobiernos extranjeros en actos terroristas, en lugar de que sean la política exterior de Estados Unidos y expertos en seguridad nacional quienes lo hagan. Además, dijo que el proceso hubiera expuesto a autoridades, diplomáticos y soldados a procesos judiciales en cortes extranjeras.
Ley de Justicia contra Patrocinadores del Terrorismo
La denominada Ley de Justicia contra Patrocinadores del Terrorismo (JASTA, por sus siglas en inglés) fue aprobada por el Congreso a comienzos de septiembre, previo al 15 aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Una mayoría de congresistas, tanto demócratas como republicanos, consideran que hay pruebas de que altos funcionarios saudíes estuvieron implicados en la red de financiación de los atentados del 11 de Septiembre, en los que murieron cerca de 3.000 personas, y que por lo tanto las víctimas tienen derecho a demandas colectivas contra el Estado saudí.
Decenas de familiares de víctimas de los atentados del 11 de Septiembre protestaron el martes frente a la Casa Blanca para pedir a Obama no vetar este proyecto de ley y que se les permita demandar al Gobierno saudí en los tribunales estadounidenses, lo que hubiera podido abrir la puerta a una oleada de demandas y peticiones de indemnizaciones.
Esta legislación regresará ahora al Congreso, donde será necesaria una mayoría superior a los dos tercios de ambas cámaras para revocar el veto presidencial, algo que ocurriría por primera vez en los casi ocho años de Presidencia de Barack Obama.