Obama frustrado por falta de avances sobre el control de armas en Estados Unidos
AFP
El presidente estadounidense Barack Obama expresó su "angustiante" frustración ante la ausencia de avances sobre el control de armas en Estados Unidos, en una entrevista difundida la noche del jueves al viernes en la cadena BBC.
Esta declaración se produjo de forma casi simultánea con un nuevo y trágico tiroteo. Un hombre blanco de 58 años abrió fuego la noche del jueves en una sala de cine en la ciudad de Lafayette, en el estado de Luisiana (sur), matando a dos personas e hiriendo a otras siete antes de suicidarse.
En la entrevista concedida a la cadena pública británica, Obama consideró que su país era "la única nación desarrollada sobre la Tierra en la cual no tenemos el suficiente sentido común de contar con leyes de control de armas".
El presidente estadounidense hizo la comparación entre el relativamente bajo número de estadounidenses víctimas del terrorismo en su país desde los atentados del 11 de septiembre con el del mucho más elevado número de muertos por armas de fuego.
"Si observan el número de estadounidenses muertos desde el 11 de septiembre por el terrorismo, son menos de 100. Si observan el número de personas muertas por la violencia debida a las armas de fuego, están en las decenas de miles", afirmó.
"Y no haber sido capaces de resolver este problema es para nosotros angustiante. Pero no es algo en que tenga la intención de dejar de trabajar en los 18 meses que me restan" antes del fin de su mandato, dijo.
El poderoso lobby de las armas en EEUU
Tiroteo tras tiroteo, el tema de las armas de fuego en Estados Unidos vuelve regularmente al debate público y político estadounidense.
Las muertes masivas -aquellas de al menos cuatro personas fallecidas, según la definición de la policía federal- no representan más que el 1% de los asesinatos cometidos en Estados Unidos, según el periódico USA Today.
Sin embargo, las muertes masivas se registran alrededor de cada dos semanas, según el periódico, que basa su afirmación en estadísticas del FBI.
El 14 de diciembre de 2012, un hombre de 20 años, aparentemente perturbado, mató a 26 personas, entre ellas a 20 niños en la escuela de Sandy Hook en Newton, estado de Connecticut (noreste). Apenas reteniendo sus lágrimas, Obama exhortó al Congreso a legislar para endurecer el acceso a las armas de fuego.
Cuatro meses más tarde, el Congreso enterraba una reforma sobre el tema. Obama calificó a ese momento como "un día de vergüenza para Washington", apuntando como responsable al lobby de las armas, la poderosa National Rifle Association (NRA), que insistió en que poseer armas está inscrito en la Constitución, un hecho que defiende a capa y espada.
Actualmente, un jurado del estado de Colorado (centro) delibera para condenar o no a muerte a un joven hombre que admitió su culpabilidad en el asesinato de 12 personas durante un tiroteo registrado el 12 de julio de 2012 en un cine en la localidad de Aurora.
El miércoles pasado, un joven blanco de 21 años, Dylann Roof, un supremacista blanco, fue inculpado de crímenes racistas por un gran jurado federal, acusado de matar a nueve parroquianos negros en una iglesia de Charleston (sureste de Estados Unidos).