Centenares de manifestantes de grupos de izquierda volvieron a exigir éste sábado por la noche en Lima la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el adelanto de elecciones en una marcha durante la cual hubo enfrentamientos con la policía.
La protesta es la segunda que se registra en lo que va de la semana en la capital peruana, desde que el miércoles pasado se reactivaron las movilizaciones después de cinco meses.
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La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que ocuparon la céntrica plaza San Martín, en medio de forcejeos con las fuerzas del orden.
Al menos tres civiles fueron detenidos, según la Defensoría del Pueblo y organizaciones de derechos humanos.
No se reportó heridos.
La marcha fue menor que la del miércoles, cuando más de 4.000 manifestantes ganaron las calles de la capital peruana. Esta vez no participaron opositores de centro y centro derecha.
Los organizadores pretenden continuar la semana entrante con las marchas, para coincidir con la fiesta nacional de Perú el 28 de julio.
A diferencia de la protesta del miércoles, que afectó a 64 provincias del país, equivalente al 32% del territorio peruano, la del sábado involucró a 2 provincias del país (1% del territorio), señaló la Defensoría.
Las manifestaciones se han relanzado luego de cinco meses, cuando las primeras protestas contra Boluarte dejaron 50 muertos entre diciembre 2022 y febrero pasado.
Una de las consignas de las protestas es reclamar justicia por los 50 muertos de la represión policial y militar, tras la destitución del presidente izquierdista Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre por su fallido autogolpe de Estado.
Castillo cumple 36 meses de prisión preventiva a la espera de un juicio.
El Congreso, controlado por la derecha, rechazó a inicios de año dos proyectos de Boluarte para adelantar las elecciones a 2024. Luego, ambos acordaron tácitamente permanecer en sus cargos hasta el fin de sus mandatos en julio de 2026.