Nueva jornada de protestas y choques en la República Democrática del Congo
La jornada de protestas convocada por la coalición opositora Rassemblement por el retraso de las elecciones presidenciales de República Democrática del Congo (RDC) derivó en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
En el lugar de la concentración se escucharon disparos desde el principio de la marcha, que la Policía atribuyó a tiros al aire "para dispersar a los alborotadores", y se podrían haber registrado ya heridos.
La oposición acusa a Kabila de retrasar las elecciones para prolongar su mandato, pues según la Constitución no puede optar a la reelección: "Volvemos a las calles para demostrar a los dirigentes actuales y al poder que su tiempo ha llegado y que deben marcharse después de dos mandatos, que respeten la Constitución", declaró el líder opositor Joseph Olenga Nkoy.
Semana clave
Esta semana es clave para el futuro de Kabila, pues la gobernante Alianza por la Mayoría Presidencial (AMP) y varios partidos opositores menores están en la fase final de un proceso de diálogo auspiciado por la Unión Africana (UA) para llegar a un acuerdo sobre los comicios.
La principal coalición opositora, liderada por el histórico político Étienne Tshisekedi, ha calificado el diálogo de fraudulento y acusa a los mediadores de favorecer a Kabila para que pueda alargar su mandato.
Esta semana también se acaba el plazo en el que legalmente se pueden convocar las elecciones, previstas para el próximo 19 de diciembre, ya que el anuncio debe hacerse con 90 días de antelación.
Sin embargo, el mes pasado la Comisión Electoral Nacional (CENI) ya anunció que no terminaría el censo electoral hasta julio de 2017, decisión que ahora busca respaldar con un fallo del Tribunal Constitucional, que podría pronunciarse este lunes (19.09.2016).
Importante punto de fricción: Kabila
El principal punto de desacuerdo entre la AMP y los pocos partidos opositores dispuestos a dialogar es el calendario electoral, que el Gobierno se niega a aprobar hasta que no se haya acabado el censo, mientras que la oposición pide fechas concretas para dar su apoyo al proceso de diálogo. Si se mantiene el calendario fijado por la CENI, las elecciones no se celebrarían por lo menos hasta la segunda mitad de 2017.
Otro punto de fricción es el futuro del propio Kabila, que gobierna desde 2001 y ha sido acusado de retrasar las elecciones con el único objetivo de perpetuarse en el poder, pues su mandato acaba en diciembre y según la Constitución no puede presentarse a la reelección.
Varios partidos opositores y organizaciones de la sociedad civil han propuesto que, en caso de confirmarse el retraso electoral, un presidente interino que no sea Kabila se ponga al frente de un gobierno de unidad nacional.