Colt Parris, un niño de 3 años residente de Missouri, Estados Unidos, sufrió un derrame cerebral que, aparentemente, estaría relacionado con el COVID-19.
Según consigna Fox News, el pequeño Colt dejó de comer y beber hace una semana, por lo que su madre, Sara Parris, decidió llevarlo a una clínica para hacerse un test para detectar el nuevo coronavirus, el que resultó negativo.
Sin embargo, los médicos del lugar le recomendaron que el niño fuera llevado a un hospital especializado y ahí sí se confirmó su contagio.
En esa línea, la madre relató que el pequeño comenzó a perder movilidad de sus extremidades derechas y su capacidad de habla se fue apagando.
"Fui a entregarle su Boo (su animal de peluche) y noté que no usó su brazo dominante para agarrarlo", dijo la mujer, quien manifestó que "extendió la mano para agarrar a su conejito y, de nuevo, supe que algo más no estaba bien".
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El bebé estaba sufriendo un bloqueo en el cerebro, algo que fue confirmado por médicos que le hicieron unas pruebas con el paso de los minutos.
"El diagnóstico de COVID es importante, porque creemos que la razón por la cual este paciente tiene accidentes cerebrovasculares y una variedad de otros problemas es que tiene la propensión a formar coágulos", dijo el neurólogo Camilo Gómez.
Mientras que el neurólogo pediatra Paul Carney dijo a FOX 2 Now que "realmente no hay otro caso como este" y que "si este hubiera sido alguien más, de 40 o 60 años, probablemente hubiera tenido un resultado muy diferente".
Y es que el nuevo coronavirus ha sido relacionado, según algunos estudios, a daño neurológico, que provocarían accidentes cerebrovasculares, delirio y una afección cerebral inflamatoria que podría resultar fatal.
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Por su parte, la madre no encontró explicación al origen del contagio, pues dijo que "minimizamos la interacción pública en la mayor medida (...) no salimos y entonces, en nuestra cabeza no puede ser COVID, porque no estamos cerca de nadie".
"Pensamos que lo íbamos a perder", dijo el padre de Colt, Tim Parris, quien destacó que "no importa lo duro que seas; llorarás. No puedes evitarlo, cuando es tu hijo de 3 años tirado allí".
"Ya tuvimos nuestra Navidad", dijo la madre, quien afirmó que "está sentado en la cama en la pieza. No creo que pudiéramos haber pedido nada más que eso".
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