Cuando la pequeña Saylor Class se quejó de los "monstruos" que habían en su habitación, sus padres pensaron que era simplemente producto de la imaginación de la menor. Sin embargo, eran 60 mil abejas.
La pequeña se había quejado de "monstruos en la pared" de su pieza en la casa de campo ubicada en Charlotte, Carolina del Norte, en Estados Unidos.
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A pesar de las quejas, sus padres no le dieron mucha importancia a los reclamos de la niña.
"Incluso le dimos una botella de agua y le dijimos que era un spray contra los monstruos para que pudiera rociar a los monstruos durante la noche", explicó la madre, Massis Class, tal como consigna la BBC.
Pero en los meses siguientes, Saylor se volvió más insistente en que había algo en su clóset.
Comenzó a tener más sentido cuando la madre notó abejas revoloteando en grupos cerca del ático y la chimenea afuera de su casa que tendría casi 100 años.
Tras esto, supusieron que la niña escuchaba los zumbidos desde el dormitorio.
Tras, al fin, contactar con un especialista de plagas, el profesional reveló que las abejas se dirigían hacia las tablas del suelo del ático, justo encima del cuarto de la menor.
Ahí llegó el descubrimiento: las abejas habían pasado ocho meses construyendo la colmena de "monstruos".
El apicultor acudió con una cámara térmica que mostró una gran masa de calor en las paredes del dormitorio de la niña.
"Dijo que se iluminó como en Navidad," explicó la madre.
El apicultor aseguró que nunca había visto una colmena que llegara tan profundo dentro de una pared.
"Simplemente salieron como en una película de terror", afirmó la madre.
Se encontraron entre 55 mil y 65 mil abejas, además de aproximadamente 45 kg de panal.
Las abejas fueron extraídas del lugar y transportadas a un santuario para protegerlas.
