El pasado 29 de marzo una pequeña niña de 5 años de edad fue internada en el hospital de Michigan, Estados Unidos, luego que se le diagnosticara coronavirus, y posteriormente una inflamación del tejido cerebral y una lesión en el lóbulo frontal.
Días de angustia en los familiares de la pequeña puesto que dio positivo para COVID-19, el cual se comenzó a manifestar con intensos dolores de cabeza, los que la menor acusó con sus padres para ser atendida médicamente. De ahí en más los doctores intentaron recuperar su estado de salud, pero llegó a un punto donde no fue posible.
Por eso es que el domingo 19 de abril fue declarada muerta por una meningoencefalitis, tras ser desconectada del ventilador artifical el cual la mantenía con vida.
"Decidimos sacarla del ventilador hoy porque su mejoría se había detenido, los médicos nos dijeron que era posible que tuviera muerte cerebral, y básicamente sabíamos que no volvería a nosotros", contó la madre de la niña, LaVondria Herbert, al The Detroit News.
Este caso se instala como la primer víctima fatal de coronavirus infantil en Michigan. Además, la última patología que afectó a la pequeña pone en alerta a los especialistas médicos por las consecuencias que podría traer en otros pacientes.