El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ordenó a las Fuerzas Armadas seguir con sus "ataques masivos" contra objetivos de Hamás y la Yihad Islámica en la Franja de Gaza, en una escalada que dejó ocho palestinos y tres israelíes muertos en poco más de 24 horas.
"Di la instrucción al ejército de continuar con sus ataques masivos contra elementos terroristas de la Franja de Gaza, y ordené reforzar las fuerzas desplegadas a su alrededor, con tanques, artillería y tropas", dijo Netanyahu al principio del consejo semanal de ministros.
Tras el anuncio de Netanyahu, se registró la muerte de otros cinco palestinos en el este de la Franja de Gaza, víctimas de un ataque israelí, según fuentes palestinas.
Poco después, la policía israelí anunció la muerte de dos personas en la ciudad israelí de Ashkalon, víctimas de un cohete disparado desde la Franja de Gaza.
Desde el inicio de los enfrentamientos, las autoridades gazatíes informaron de la muerte de ocho palestinos, entre ellos una madre y su hija pequeña, pero los israelíes acusaron a Hamás de estas dos muertes.
El ministerio de Sanidad de Gaza había afirmado el sábado que la palestina Abu Arar, de 37 años, y su hija de 14 meses murieron en un bombardeo israelí.
"Su desgraciada muerte no fue el resultado de armamento (israelí), sino de un cohete de Hamás que estalló donde no debía", explicó a la prensa el portavoz militar israelí Jonathan Conricus.
Además, Moshe Agadi, un israelí de 58 años, murió la madrugada del domingo en Ashkelon cuando un cohete disparado desde el cercano enclave palestino impactó en su casa, según medios israelíes. Sucumbió a sus heridas en el hospital, precisó la policía.
Los 250 cohetes palestinos del sábado constituyeron la mayor salva disparada contra Israel en un sólo día en los últimos años.
El ejército israelí dijo que sus tanques y aviones alcanzaron a unos 220 objetivos militares en Gaza.
Los palestinos dispararon los proyectiles contra localidades del sur y del centro de Israel. Varias decenas fueron interceptados por la defensa antimisiles, afirmaron las Fuerzas Armadas israelíes, y una gran parte impactaron en zonas deshabitadas, sostuvo la policía.
Turquía, por su parte, habló de "agresividad sin límites", después del ataque israelí contra un edificio de varios pisos en Gaza que, según los vecinos y Ankara, albergaba la oficina de la agencia de prensa estatal turca Anadolu.
Según Anadolu el personal de la agencia evacuó el edificio poco antes del ataque que estuvo precedido de un aviso.
En este contexto Israel anunció el cierre de los pasos fronterizos de Gaza y la veda a la pesca en el litoral del enclave.