Una mujer de nacionalidad mexicana viajó hasta Perú para conocer a su pareja virtual, pero fue asesinada y descuartizada para, posiblemente, vender sus órganos.
Se trata de Blanca Arellano, cuyo cuerpo apareció en pedazos, con huellas digitales borradas y sin rostro en una de las playas de Huacho. Eso además de otras heridas en distintos puntos del cuerpo, que corresponden a cortes para proceso de necropsia.
De igual manera, no se evidenciaron ni vísceras ni órganos. Tampoco fracturas en las costillas.
El martes pasado, la justicia peruano decretó nueve meses de prisión para el principal sospechoso, Juan Pablo Villafuerte, quien enfrenta cargos por los delitos de tráfico de órganos y trata de personas, según recogió El Universal.
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El hombre de 37 años de edad es estudiante de medicina, y habría mantenido una relación amorosa con la fallecida con quien convivió en un departamento en una zona de Lima. Sin embargo, él lo niega y dijo desconocer por qué se encontraron rastros de sangre en su habitación en Huacho.
Arellano estuvo tres meses en la localidad de Huacho y su familia le perdió su rastro.
"Con nuestros corazones y vidas echas pedazos confirmamos que nuestra amada tía Blanca Arellano ha sido identificada sin vida. Les pedimos respeto y discreción a nuestra familia en estos momentos tan difíciles, no tenemos palabras para expresar lo que estamos viviendo", escribió una de las familiares de la víctima en redes sociales.