Una mujer de Michigan, Estados Unidos, murió por COVID-19 luego de recibir un doble trasplante de pulmón de un donante que estaba contagiado con el virus.
Según consigna NBC, el incidente parece ser aislado y es el único caso confirmado entre los casi 40 mil trasplantes que se realizaron en 2020.
Luego de tres días de la operación, la receptora presentó fiebre, su presión arterial bajó y su respiración se fue complicando. Junto con eso, algunos testeos indicaron que había signos de infección pulmonar.
La condición de la mujer empeoró y desarrolló un shock séptico y problemas cardíacos. Tras realizarle pruebas por COVID-19, éstas resultaron positivas y terminó muriendo.
Tras conocerse el incidente, las autoridades sanitarias han ordenado pruebas más exhaustivas de donantes de trasplantes de pulmón, para evitar que se repitan este tipo de tragedias.
"No hubiéramos usado los pulmones si hubiéramos tenido una prueba de COVID-19 positiva", dijo el doctor Daniel Kaul, director del servicio de trasplantes de enfermedades infeccionas de Michigan Medicine.
Y es que, según indican informes preliminares, el paciente donante no mostraba signos de la enfermedad e inicialmente dio negativo para COVID-19.
Además, se precisó que, al margen de la muerte de la mujer, que se registró en el reciente otoño (primavera para quienes viven en el hemisferio sur), el cirujano a cargo de los pulmones del donante también se infectó por COVID-19.
Para su fortuna, eso sí, ese contagio no tuvo consecuencias fatales.