Muere fotógrafo holandés en Libia tras ser tiroteado
El fotoperiodista de nacionalidad holandesa Jeroen Oerlemans murió este domingo en la ciudad Libia de Sirte tras ser supuestamente alcanzado por un francotirador de la Rama Libia del grupo yihadista Estado Islámico, informaron a Efe fuentes médicas.
Mohamad Ajnuf, médico del hospital de campaña levantado en esa ciudad del Mediterráneo, aseguró que el profesional recibió una herida mortal cuando estaba cerca del llamado "distrito uno” y nada se pudo hacer por salvar su vida en el hospital de campaña, donde los médicos solo pudieron certificar su deceso.
Lideradas por la ciudad de Misrata, milicias del oeste de Libia afines al llamado gobierno de unidad nacional -apoyado por la ONU- emprendieron en junio pasado una ambiciosa ofensiva para liberar Sirte, en poder de la rama libia del Estado Islámico desde febrero de 2015. Cinco meses después, unos 200 yihadistas -en su mayoría expertos en explosivos y francotiradores con experiencia en combate en Siria e Irak- resisten aún en el "distrito uno”, un área asomada al mar de unos dos kilómetros cuadrados densa en edificaciones bajas y estrechos callejones.
Los combates se intensificaron este domingo en esa zona, y en ellos al menos seis miembros de la citada alianza perecieron y cerca de medio centenar resultaron heridos, informaron a Efe fuentes médicas en la ciudad. Según las mismas, los enfrentamientos estallaron tras un ataque aéreo en el corazón de la urbe.
"Los cadáveres de diez terroristas del Daesh (acrónimo en árabe para referirse a la organización yihadista Estado Islámico) quedaron tirados en las calles” del "distrito uno”, el único aún en poder de los fanáticos islamistas, indicaron, por su parte, responsables castrenses.
Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 fuerzas multinacionales ayudaran a los rebeldes a derrocar la dictadura de Muamar al Gadafi. Cinco años después, dos gobiernos, uno en Trípoli (oeste) y otro en el Tobruk (este) luchan por hacerse con el poder y el control de los recursos petroleros con ayuda de decenas milicias que cambian a menudo de bando. (EFE)