El ferviente antivacunas italiano Maurizio Buratti murió a los 61 años producto de complicaciones derivadas de un contagio por coronavirus.
Conocido como "Mauro de Mantua", se había jactado de ser un "esparcidor de la peste" tras concurrir a un supermercado sin mascarilla mientras padecía de diversos síntomas, pocos días antes de ser hospitalizado.
Según recogió Daily Mail, el sujeto se mostró constantemente ignorando las normas sanitarias decretadas en Italia.
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Además, se negó a someterse a un test de PCR porque creía que los hisopos causaban la infección.
Buratti estuvo en una unidad de cuidados intensivos por 22 días antes de su muerte, la cual se confirmó durante este lunes 27 de diciembre.
Entre sus últimas intervenciones públicas, pues era un trabajador de radio reconocido, afirmó que buscaría salir de Italia y que intentaría conseguir asilo en Corea o Turquía para evitar verse obligado a vacunarse contra el COVID-19.