El físico nuclear Abdul Qadir Khan, conocido como el padre de la bomba atómica de Pakistán, falleció a los 85 años tras haber sido trasladado al hospital con problemas pulmonares, indicó el domingo la televisión estatal PTV.
A.Q. Khan está considerado como un héroe nacional por convertir Pakistán en la primera potencia nuclear del mundo islámico, pero su reputación quedó también manchada por haber transferido tecnología a Irán, Corea del Norte o Libia.
El presidente paquistaní Arif Alvi se mostró en Twitter "profundamente entristecido" por el deceso. "Nos ayudó a desarrollar la disuasión nuclear, salvadora para la nación, y la nación nunca olvidará sus servicios", dijo.
El científico había ingresado en agosto en el hospital KRL de Islamabad tras haber dado positivo por covid-19, pero recibió el alta después. Su estado empeoró y volvió a ser hospitalizado, indicó PTV.
En mayo de 1998 se ganó la reputación de héroe nacional cuando Pakistán se convirtió oficialmente en una potencia atómica apenas unos días después de que lo hubiera conseguido su eterno rival, India.
Pero luego se encontró en medio de una polémica al ser acusado de compartir ilegalmente tecnología con Irán, Corea del Norte y Libia, por lo que fue puesto de facto en residencia vigilada en la capital Islamabad a partir de 2004.
Un tribunal pronunció en 2009 el fin de su residencia vigilada, pero siguió sometido a una protección muy estricta y obligado a informar anticipadamente a las autoridades sobre cada uno de sus movimientos.
En 2012 probó suerte en la política creando su propio partido, pero fracasó en las elecciones legislativas del año siguiente y disolvió la formación.