AFP.
El abogado y escritor estadounidense Samuel Pisar, uno de los más jóvenes y célebres supervivientes de los campos de exterminio nazis, murió el lunes en Nueva York a los 86 años, según el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF).
"Era uno de los pocos supervivientes muy conocidos, junto a (el escritor) Elie Wiesel y (la política francesa) Simone Veil", declaró el martes a la AFP el presidente del CRIF, Roger Cukierman, quien dijo haber perdido a "un amigo".
Nacido en Bialystok, Polonia, el 18 de marzo de 1929, fue deportado al campo de Majdanek, después a Auschwitz y a Dachau, de donde fue liberado con 16 años. Pisar contó su experiencia en los campos nazis en sus memorias tituladas "La sangre de la esperanza".
Universitario, reputado abogado internacional y escritor, Samuel Pisar fue también durante los años 1960 consejero del presidente de Estados Unidos John Fitzgerlad Kennedy para el comercio internacional.
Ciudadano estadounidense, era muy conocido en Francia, donde vivió varias veces y fue condecorado con la Legión de Honor, la distinción honorífica más prestigiosa.
El expresidente francés Jacques Chirac citó su contribución a la memoria del genocidio judío durante un famoso discurso en 1995, en el que reconoció la responsabilidad del Estado francés en la deportación de los judíos de Francia.
Chirac señaló entonces la necesidad de que Francia lo recuerde "para que la sangre del Holocausto se convierta, según la palabra de Samuel Pisar, en 'la sangre de la esperanza'".
En un comunicado, el presidente francés, François Hollande, elogió a "un hombre de destino excepcional que atravesó las tragedias del siglo pasado con valentía y con una sed única de vivir y de hacer avanzar el mundo".
Embajador de la UNESCO para la enseñanza del Holocausto y de los genocidios, "Samuel Pisar se dedicó a la obligación imperiosa de transmitir lo que vivió y dedicó su trayectoria fuera de lo común a la memoria de aquellas y aquellos que vivieron el horror de los campos nazis", señaló Hollande.
En Estados Unidos también se multiplicaron las reacciones. El vicepresidente Joe Biden hizo referencia a "un hombre valiente y notable" que "superó una infancia perdida en los horrores del holocausto y una vida de joven adulto en la pobreza de la Europa de posguerra".
Por su parte, el secretario de Estado, John Kerry, rindió tributo a "un hombre con enorme tenacidad y con el coraje como fuente de inspiración", quien tras unos "comienzos peligrosos", emprendió "con éxito una carrera en el derecho y el servicio público".