Funcionarios del Pentágono aseguraron que el cuerpo del líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, fue lanzado al mar luego de comprobar su identidad tras el operativo de fuerzas especiales de Estados Unidos el fin de semana en el norte de Siria que condujo a su muerte.
Un responsable del Pentágono, que habló en condición de anonimato, confirmó la inhumación en el mar, que recuerda al destino del cadáver del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, tras su asesinato por fuerzas especiales estadounidenses en 2011.
Ese procedimiento se eligió para evitar que una eventual tumba se convirtiera en un lugar de peregrinaje para sus seguidores.
Las fuerzas armadas estadounidenses se mostraron satisfechas por la muerte del fundador y líder espiritual del Estado Islámico, que corona una campaña de años para acabar con el movimiento yihadista sunita, que en un momento creó un "califato" en franjas de Irak y Siria.
"Su muerte marca un golpe devastador para los restos del (EI)", dijo el secretario estadounidense de Defensa, Mark Esper.
Esper alabó la operación que llevó en helicópteros a un centenar de miembros de las fuerzas especiales estadounidenses a un complejo rural en la región siria de Idlib, en una misión compleja que necesitó la coordinación con Rusia, los kurdos, Turquía y el régimen de Bashar al Asad para prevenir que las aeronaves estadounidenses no fueran atacadas.