Ambrosio Soto, alcalde del municipio de Pungarabato, en el sureño estado mexicano de Guerrero, fue asesinado por hombres armados cuando se encontraba en una localidad de Michoacán, luego de haber denunciado en varias ocasiones amenazas del crimen organizado, informaron hoy (24.07.2016) fuentes oficiales.
En el ataque murió también su chofer y resultaron heridos cuatro policías federales que lo escoltaban, dijo a medios locales el portavoz de seguridad del estado de Guerrero, Roberto Álvarez Heredia. "Nuestro alcalde infructuosamente, desesperadamente, pidió, reclamó, el apoyo del Gobierno estatal y federal. Al mismo tiempo denunció las amenazas de que fue objeto", expresó el Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) de Guerrero en un comunicado.
Amenazas de muerte
Hace dos semanas el alcalde había denunciado la situación que vivía. "Mataron a mi primo, estoy amenazado por la delincuencia organizada. Ya es hora de actuar señor presidente", escribió en su cuenta de Twitter. Su primo, que también era su chofer, apareció muerto en un basurero. Barbosa denunció que a pesar de las reiteradas demandas de protección, la Secretaría de Gobernación (Segob) no dio respuesta a las peticiones.
"En Guerrero, el Estado mexicano está rebasado. Guerrero es la entidad federativa fallida", aseveró el político, que exigió a las autoridades "la investigación y localización de los responsables". El pasado 20 de julio, el propio Soto dijo a W Radio que había recibido amenazas de muerte y contó la difícil situación que atraviesa el municipio, marcada por la corrupción de las fuerzas de seguridad: "Estamos hasta la madre (hartos) de que policías secuestren y extorsionen", remarcó.
Pungarabato está ubicado en la región de Tierra Caliente, que engloba municipios de Guerrero y Michoacán y es una zona controlada por Los Caballeros Templarios donde se cultiva amapola, la planta con la que se produce la heroína que luego se comercializa a Estados Unidos.