Merkel reiteró los ejes de su política poco antes de reunirse en el balneario de Wildbad Kreth con parlamentarios de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado con su Unión Cristianodemócrata (CSU) y especialmente crítico con su gestión de la crisis de los refugiados.
La cita de hoy se presentaba incómoda y lo fue, ya que la CSU, miembro de la gran coalición junto a la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD), ha abogado públicamente por seguir el ejemplo de Austria y fijar un límite también para Alemania, de no más de 200.000 refugiados al año.
Aprovechó su breve declaración ante la prensa junto a la canciller para subrayar la "casualidad" de que hoy Viena anunciara que no aceptará a más de 37.500 solicitantes de asilo en 2016. "Hablar unos con otros es de gran importancia, incluso cuando no estemos de acuerdo en todas la cuestiones", señaló Merkel en una comparecencia de apenas dos minutos, en la que evitó hacer referencia expresa al caso austríaco.
La canciller recordó que coincide con la CSU en la necesidad de reducir de forma palpable las llegadas pero, para hacerlo, abogó por combatir las causas que generan los actuales flujos de refugiados y buscar una solución con los socios comunitarios. Destacó así que en los próximos días habrá tres citas importantes: la cumbre bilateral germano-turca que se celebra este viernes en Berlín, la conferencia de donantes prevista para el 4 de febrero en Londres y el Consejo Europeo de mediados de febrero.
Schengen, mercado común y movilidad Según las cifras facilitadas este 20 de enero por la Policía Federal, encargada del control de fronteras, esta semana se está registrando la entrada de unos 1.650 solicitantes de asilo al día, mientras que durante el fin de semana la cifra osciló entre los 2.500 y los 2.780.
Suecia, por su parte, decidió realizar controles de identidad a quien quieren cruzar sus fronteras y, si Alemania se viera forzada a hacerlo, se comprobaría que la crisis no es un problema alemán, sino europeo. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmó el pasado viernes que el Ejecutivo comunitario "analiza medidas suplementarias" para reforzar la lucha contra la crisis de refugiados y Schäuble explicó que le llamó para pedirle más rapidez.