En numerosas ciudades de Francia, cientos de miles de personas salieron a las calles este jueves (19.01.2023), en una jornada de huelga convocada por los sindicatos franceses contra la impopular reforma del sistema de pensiones que pretende aprobar el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, que busca retrasar la edad de jubilación a 64 años.
"La movilización es a la imagen de lo que leemos en las encuestas, es decir, que una gran mayoría de los ciudadanos de este país están en contra de esta reforma", celebró Philippe Martínez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) francesa, desde la cabecera de la multitudinaria manifestación organizada en París. Las primeras estimaciones hablaban de hasta un millón de personas movilizadas en todo el país.
De Marsella a Nantes, pasando por París, una marea de personas manifestaron contra una reforma que consideran injusta, pero que el gobierno defiende como la única manera de evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones. Tras años de crisis (protesta social de los chalecos amarillos, pandemia, inflación), representa una "prueba decisiva" para Macron sobre su mandato y sobre "la huella que dejará en la historia", según el diario Le Parisien.
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La reforma sigue
Son dos los puntos que crispan los ánimos: adelantar la jubilación a los 64 años y la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa. Si bien un 81 por ciento de los franceses considera necesaria una reforma, según la última encuesta Ipsos, el 61 por ciento rechaza esta propuesta. "Queremos tener una buena jubilación, no queremos llegar a la jubilación estando quebrados, cansados, rotos. Si el Gobierno no recobra la razón habrá más" protestas, advirtió Laurent Escure, secretario general de la Unión Nacional de los Sindicatos Autónomos (UNSA).
Pese a la masividad de las protestas, Macron reiteró que su Gobierno continuará con su proyecto. La reforma "se presentó de forma democrática" y tendrá un debate en el Parlamento "que permitirá expresarse a todos los partidos", señaló, antes de defender el derecho a manifestarse y pedir a que no haya "violencia ni destrozos" en las protestas.
El presidente francés insistió en que la reforma "es justa y responsable", porque busca "salvar el sistema actual" de los déficit estructurales previstos para los próximos años. "En un país con esperanza de vida cada vez mayor, y con menos trabajadores en activo y más jubilados, si queremos que el pacto entre generaciones sea justo, hay que proceder a esta reforma", insistió.