AFP
Los servicios de emergencia birmanos seguían buscando este lunes a personas desaparecidas tras el alud de tierra registrado el sábado en una mina de jade en el norte del país, que provocó más de un centenar de muertos.
"Las operaciones de salvamento continúan y hemos encontrado más cuerpos. En total, hay más de un centenar", explicó a la AFP Dashi Naw Lawn, miembro de una asociación local, la Kachin Network Development Foundation.
El accidente se produjo el sábado antes del amanecer en la región de Hpakant (norte) cuando una enorme montaña de tierra y otros desechos cayó sobre decenas de cabañas en las que dormían birmanos que viven de la búsqueda de restos de jade no detectados por las empresas explotadoras.
Se trata probablemente del alud más mortífero en esta región pobre y de difícil acceso.
Según el diario oficial, el Global New Light of Myanmar, 104 cuerpos fueron sacados de entre los escombros y "muchas otras personas siguen desaparecidas".
Era, sin embargo, difícil obtener cifras precisas porque las autoridades admitieron que no sabían cuántas personas vivían en la zona.
Miles de trabajadores birmanos pobres afluyen a esta región en los confines de China para tratar de encontrar trozos de jade olvidados por las excavadoras en las montañas de tierra y otros desechos junto a las minas.
Birmania, primer productor mundial de jade, saca grandes beneficios de la presencia masiva de esta piedra preciosa en el subsuelo de esa región minera.
En 2014, el país vendió en el mercado mundial casi 27.500 millones de euros de jade, diez veces más que la cifra oficial, según un informe publicado en octubre por la oenegé Global Witness.
La opositora Aung San Suu Kyi, cuyo partido ganó ampliamente las elecciones del 8 de noviembre, debe formar gobierno a principios de 2016. Prometió luchar contra la corrupción y la opacidad de la economía, de la que la industria del jade es un buen ejemplo.