Es considerado como uno de los peores crímenes en la historia de Argentina. Fue en 2014 que el cuerpo de Priscila Leguiza de siete años fue encontrado a las orillas de un arroyo de Berazategui, en las cercanías de Buenos Aires.
La menor había sido asesinada con golpes en la cabeza y sus restos fueron quemados en una parrilla, para luego llevarlos en un coche de bebé al lugar donde fueron encontrados.
Cinco años después de su muerte el Tribunal Oral Criminal 5 de Quilmes encontró culpables del crimen a la madre de la niña, Silvana Lafuente (37) y a su pareja Pablo Verón Bisconti (35), quienes fueron sindicados como responsables de los delitos de homicidio agravado por el vínculo, premeditación, ensañamiento y alevosía.
"Se logró probar que se planeó y se proyectó la muerte de la nena y la desaparición de sus restos. Lo que hicieron no tiene nombre. Es uno de los peores crímenes de la historia del país", sostuvo Julio Torrada, abogado querellante. En tanto, Gabriel Leguiza el papá de la menor, dijo que esperaba la cadena perpetua.
Según indica TN, el crimen ocurrió en enero de 2014 y la niña vivía con su madre desde octubre de 2013. Antes de aquella fecha, había vivido siempre con su padre.
La parte querellante aseguró que también buscarán la detención del pastor Santos Doroteo Lezcano, a quien los homicidas habrían pedido consejo tras darse cuenta que habían dado muerte. Incluso, éste les habría recomendado deshacerse del cuerpo, que fue justamente lo que intentaron hacer.