A principios de noviembre, Hariri presentó su renuncia al cargo desde Arabia Saudí, nación a la que está estrechamente vinculado. Dijo que daba ese paso porque temía por su vida y responsabilizó de ello a la milicia chiita libanesa de Hizbolá, respaldada por Irán y Siria.
El político sunita, de 47 años, desató especulaciones de que su dimisión había sido forzada por Riad para hacer crecer las tensiones con Hizbolá. Hariri anunció que iba a volver al Líbano, cuyo presidente, Michel Aoun, volvió a insistir en que el jefe de Gobierno está siendo retenido en Arabia Saudí. Aoun no ha aceptado la renuncia de Hariri.
Líbano acusa a Riad de mantener a Hariri como "rehén”
El presidente del Líbano, Michel Aoun, ha acusado a Arabia Saudí de ser "hostil" con su país al mantener "detenido" en Riad al primer ministro, Saad Hariri, mientras Francia busca mediar en la crisis entre ambos países.
"No hay nada que justifique que Hariri no vuelva después de doce días. Así que lo consideramos detenido y retenido, lo que está en contra del acuerdo de Viena y de los derechos humanos", dijo Aoun en una reunión del Consejo Nacional de Información, según declaraciones reproducidas por la radio libanesa La Voz del Pueblo.
El mandatario denunció que lo que está sucediendo "viola la dignidad de todos los libaneses" y agregó que las autoridades del Líbano continuarán "pidiendo su regreso" y haciendo "todo lo posible para exigir su liberación" a las saudíes.