Lula y Dilma Rousseff serán llevados a juicio por presunta asociación ilícita
T13/AFP
Los ex presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff irán a juicio por asociación ilícita en el marco de una investigación por corrupción.
El juez Vallisney de Souza Oliveir decidió iniciar un proceso en contra de los dos ex gobernantes y de los ex ministros de Hacienda, Antonio Palocci y Guido Mantega, quienes al igual que los mandatarios, son miembros del Partido de los Trabajadores. La denuncia está relacionada al caso Petrobras, por el que Lula cumple una pena de 12 años de prisión.
Según indica O Globo, la indagatoria había sido iniciada por el ex fiscal Rodrigo Janot, quien acusó a los ex presidentes y los otrora secretarios de Estado de integrar un "núcleo político" en el PT que habría sido parte del esquema de corrupción.
Esta denuncia además asegura que los implicados habrían recibido sobornos por una cifra cercana a los 1.500 millones de reales, poco más de 264 millones de pesos.
PT califica acción como "delirio acusatorio"
La decisión de un tribunal del Distrito Federal fue confirmada luego por el PT, que en un comunicado consideró el hecho como una "escandalosa maniobra" contra sus miembros "que no se sustenta en hechos ni pruebas" y que busca acabar con el partido.
La acusación fiscal coloca a Lula como líder de la organización y sostiene que se cometieron crímenes de corrupción y lavado de dinero relacionados con el ministerio de Energía, Petrobras y las constructoras Odebrecht o Andrade Gutierrez, envueltas en el escándalo Lava Jato de pago de sobornos a cambio de obras públicas que estremece a América Latina.
En un comunicado, el PT asegura que las denuncias son un "delirio acusatorio" y recuerda que el partido ha sido envuelto recientemente, sin pruebas, en dos nuevas operaciones del caso Lava Jato. La semana pasada, un juez decidió procesar también al excandidato Fernando Haddad por supuesta corrupción durante su gestión como alcalde de Sao Paulo.
En lo que respecta a Rousseff, se trata del primer proceso penal en su contra, ya que su destitución de la presidencia tuvo que ver con problemas de manejo fiscal.
Lula, en cambio, cumple una condena de 12 años y un mes de cárcel como beneficiario de un apartamento en el balneario paulista de Guaruja, a cambio de su mediación en contratos de Petrobras.
Y también está juzgado, con los mismos cargos, por supuestamente haber facilitado a las constructoras OAS y Odebrecht contratos con la estatal Petrobras a cambio de obras en una hacienda en Atibaia, en el interior de Sao Paulo, que él niega sea de su propiedad. Palocci y Vaccari también están presos por el caso Lava Jato.
Lula tiene por lo menos otros tres procesos abiertos ante la justicia, en los que se declara inocente y denuncia una persecución judicial.
Según el PT, las acciones contra Lula han sido mantenidas por la jueza Gabriela Hart, sucesora de Sergio Moro, quien lideró las acciones por Lava Jato y que dispuso la prisión del expresidente. Desde el primero de enero Moro será el ministro de Justicia del derechista Jair Bolsonaro.