El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva atribuyó su condena a casi diez años de cárcel a una "cacería" judicial que está "destruyendo la democracia" y proclamó este jueves su intención de presentarse a las elecciones de 2018.
"A partir de ahora, voy a reivindicar del PT [Partido de los Trabajadores] el derecho de postular a la candidatura de 2018", declaró el exmandatario (2003-2010) en una conferencia de prensa en Sao Paulo, bajo la aclamación de sus simpatizantes.
"Si alguien quiere sacarme de juego con esa sentencia, tiene que saber que sigo en el juego", proclamó.
El ícono de la izquierda latinoamericana, de 71 años, fue condenado el miércoles a 9 años y medio de cárcel por corrupción y lavado de dinero por Sergio Moro, juez de primera instancia de la operación 'Lava Jato' sobre una vasta red de sobornos en Petrobras.
Vestido con su habitual polo rojo del PT y chaqueta gris, Lula, que figura como favorito en los sondeos de cara a los comicios previstos para octubre del año próximo, volvió a demostrar que tiene la dialéctica y la energía de siempre.
Hablando de sí mismo en tercera persona, el exdirigente sindical que enfrentó a la dictadura militar (1964-85) declaró: "Lula, con 71 años, cerca de cumplir 72, está decidido a pelear de la misma forma que cuando tenía 30 años".
Afirmó, además, que las investigaciones que desde hace más de tres años golpean a la élite política y empresarial del país con un amplio uso de las prisiones preventivas y las delaciones premiadas han convertido a Brasil en un "Estado casi de excepción, en el cual los derechos democráticos están siendo tirados la basura".
Lula fue hallado culpable de recibir un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo), ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras.
Moro determinó, sin embargo, que podrá presentar sus recursos de apelación en libertad.
El expresidente, que enfrenta otras cuatro causas penales, niega categóricamente todos los cargos y los atribuye a una conspiración para impedir su candidatura en 2018.
Para que esta sea bloqueada, deberá ser condenado en segunda instancia.
"Esta cacería es parte de la lucha política. No pretenden condenar a Lula, sino al proyecto político que represento junto a millones de brasileños", afirmó.
"Mis acusadores saben que no robé (...) pero no pueden retroceder, porque son prisioneros de las mentiras que crearon", declaró.